El médico internista de la Clínica Cordillera, Francisco Piña, sugirió a todas las personas que a principios de año se realicen exámenes primordiales, tales como hemograma, perfil lipídico, perfil bioquímico, HIV, VDRL, orina completa, radiografía de tórax y ecografía abdominal.

En el caso de las mujeres, mamografía y en el caso de los hombres de 40 años o más, el antígeno prostático específico.

“Todos ellos ayudan a determinar los factores de riesgo en patologías como cáncer, hipertensión o diabetes. Independiente del género, los adultos deben hacerse estos controles básicos para prevenir enfermedades durante el resto del año”, manifestó el médico.

El especialista explicó que además de estos exámenes de rigor es muy importante controlar la hipertensión arterial con el fin de prevenir enfermedades cardiovasculares con riesgo fatal.

“Las personas adultas que tienen padres que padezcan o hayan padecido enfermedades cardiovasculares deben tener especial cuidado ya que son hereditarias”, explicó.

Además recomendó controlar el peso para evitar la obesidad pues muchos problemas cardiacos, sexuales y de autoestima son causados por esta enfermedad que afecta a cerca del 60% de la población chilena.

“Es importante efectuarse el test de Índice de Masa Corporal (IMC) y medirse la circunferencia de la cintura para detectar si una persona tiene sobre peso. Además es bueno que un médico verifique el Indice de Masa de Grasa (IMG)”, precisó Piña.

“Es importante hacerse exámenes de sangre (hemograma, perfil lipídico y perfil bioquímico) en especial para medir el nivel de glucosa de la sangre. Ya que de no controlarse, se pueden sufrir complicaciones crónicas cardiovasculares, nefropatías o daños microvasculares. Además las personas que sufren de sobrepeso o que sus padres o abuelos tienen diabetes es urgente que chequeen cada cierto tiempo sus niveles de glucosa para detectar esta enfermedad a tiempo y buscar una solución” agregó Piña.

En el caso de las mujeres, el especialista sostuvo que es necesario realizarse chequeos para prevenir el cáncer cervicouterino y de mamas.

“Apenas las mujeres inicien una vida sexual activa, es importante que se realicen el Papanicolau (PAP) y las que sobrepasan los 40 años deben someterse a revisiones para ver la existencia de tumores en sus senos (mamografía)”, afirmó.

Además, dijo, hay que estar alerta que estas patologías que son hereditarias por lo que si la madre tuvo este problema, es muy probable que la hija lo padezca. También recomienda que las mujeres mayores de 50 años se realicen una densitometría ósea para saber cuánto se han descalcificado sus huesos.