La compañía aérea francesa Air France fue condenada el martes por la justicia a 100.000 euros (63 millones 600 mil pesos chilenos) de multa por “complicidad en trabajo encubierto” en su filial CityJet, que aplicó la legislación irlandesa para contratar a su personal entre 2006 y 2008 pese a trabajar en Francia.

El presidente de Air France-KLM, Jean-Cyril Spinetta, fue condenado por los mismos motivos a 15.000 euros (9 millones y medio de pesos chilenos) de multa.

Además de las multas, el tribunal condenó a Air France y a su presidente a entregar solidariamente unos 2.000 euros (1 millón 275 mil pesos chilenos) por daños y perjuicios a 21 empleados de su filial, que también tendrán derecho a una indemnización para compensar los derechos perdidos en materia de pensiones.

Air France y su filial se sentaron en el banquillo de los acusados por contratar personal en Irlanda pese a que los empleados vivían en Francia, entre 2006 y 2008.

Dichos empleados explicaron durante la investigación, que las entrevistas de trabajo fueron en Francia y que empezaban su servicio en los aeropuertos franceses de Orly y Roissy.

La compañía CityJet, que fue comprada en 2000 por Air France, y que tiene su sede en Dublín, fue condenada el 13 de marzo a 100.000 euros de multa por el mismo caso.

Su presidente, Mickaël Collins, también fue condenado a pagar 15.000 euros de multa.

El tribunal había decidido juzgar de manera separada a las dos compañías. Air France fue citada directamente por empleados y su filial CityJet fue objeto de una querella del ministerio público.

Los contratos irlandeses permitieron a CityJet pagar menos cargas sociales que en Francia y aprovecharse de que la tributación en Irlanda es la más baja de Europa, según la defensa de los trabajadores.

Los empleados trabajan bajo contrato francés desde diciembre de 2008. Desde 2006, un decreto somete al personal de vuelo de las compañías extranjeras instaladas en Francia al derecho laboral francés.

Un portavoz de Air France dijo a la AFP que la empresa va a apelar la decisión, cosa que ya hizo la compañía CityJet.