Utilizar la bicicleta como transporte o para mejorar nuestro estado físico trae muchos beneficios para la salud, en cuanto a la actividad que le damos al cuerpo para mantenerlo más sano. Sin embargo, expertos determinaron que montar en este medio puede causar una reducción en la sensibilidad genital y causar otros problemas de salud sexual tanto en mujeres como en hombres, sobre todo cuando el manubrio es más bajo que el asiento.

Esto podría provocarse debido a la constante presión del asiento de la bicicleta, que causaría problemas de sensibilidad pélvica, según concluyeron científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, indicó la BBC.

En los hombres, el asiento rígido puede provocar un riesgo de disfunción eréctil, debido a que comprime el área del perineo; región anatómica que comprende el piso de la pelvis masculina, entre el ano y el escroto.

Ahí se “apretarían” fuertemente arterias y nervios importantes, que son necesarios para el funcionamiento normal de la sexualidad.

Además, estudios anteriores demuestran que los hombres que montan en bicicleta por al menos 5 horas a la semana, podrían presentar un conteo menor de espermios, por lo tanto, menos posibilidades de concebir.

En tanto, en las mujeres los investigadores determinaron que las ciclistas o quienes toman clases de spinning podrían sufrir de pérdida de sensibilidad en el área genital, según el estudio publicado en el Jorunal of Sexual Medicine.

La investigación siguió a mujeres que realizaban trayectos de 16 kilómetros a la semana utilizando este medio de transporte, durante 4 semanas.

El análisis midió luego la sensación genital de las participantes en micrómetros (una milésima de milímetros), utilizando un estesiómetro.

Los resultados revelaron que el mayor impacto en las mujeres estudiadas era la posición del manubrio.

Quienes tenían las manillas bajo el nivel del asiento, tenían una mayor presión en el perineo y menor sensación en el piso pélvico, entre el ano y la vagina, lo que sería más dañino que utilizar el manubrio por sobre el sillín, ya que la fuerza ejercida contra la pelvis era menor.

Es por esto que los mismos investigadores señalaron que modificar la ubicación de estas partes de la bicicleta podría ayudar a las mujeres a evitar perder sensibilidad en esa zona.