La provincia argentina de Neuquén (sur) justificó el domingo el retiro de la concesión de un yacimiento petrolero a la brasileña Petrobras, cuyos directivos se reunirán el lunes en Buenos Aires con el gobierno neuquino en busca de un acuerdo a instancias del gobierno federal.

El gobierno de Neuquén divulgó en un comunicado que Petrobras había sido intimada en febrero y marzo pasados “para que presente un plan de inversiones a fin de subsanar la ausencia de producción y reservas registradas en el área” de Veta Escondida, cuya concesión vencía en 2027.

Pero “el plan de inversiones no fue moficicado aún después de las mencionadas intimaciones, manteniéndose la irregularidad de una concesión de explotación, sin producción de hidrocarburos, ni reservas y sin un plan de inversiones para revertir esta situación”, sostuvo el comunicado de la subsecretaría de Minería e Hidrocarburos de Neuquén.

El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, encabezará el lunes una mesa de diálogo entre directivos de Petrobras y representantes del gobierno provincial de Neuquén, según anunció la semana pasada.

La reunión “busca puntos de coincidencia y una salida consensuada, siempre dentro del marco de potenciar al máximo las inversiones en los yacimientos”, precisó el ministro.

Petrobras argumentó que “cumplió con todas las exigencias como concesionaria” con “inversiones (que) llegaron a 10 millones de dólares en el último trienio” y confió en que “el acuerdo de exploración y uso continuará vigente”.

Junto con el área de Veta Escondida, Neuquén había anunciado el martes último el retiro de la concesión de otros dos yacimientos, uno a la canadiense Argenta Energía y otro a la argentina Tecpetrol.

La decisión se enmarca en una ofensiva de los gobiernos federal y provinciales contra la petrolera hispano-argentina Repsol-YPF, que perdió en las últimas semanas 12 áreas de explotación en cinco provincias, entre ellas tres en Neuquén.

El gobierno de la presidenta Cristina Fernández busca una mayor inversión para incrementar la producción de hidrocarburos, que cayó entre 30% y 40% en los últimos años, según cifras oficiales.