¿Eres de las que frecuentemente anda vitrineando para renovar el closet, haciendo “pasar susto” a las tarjetas de crédito y de las multitiendas? Si es así debes tener cuidado, ya que esto puede acarrear serias consecuencias económicas y psicológicas.

Según psicólogos, existe un mal denominado “Shopaholic”, que consiste en la adicción a las compras. Quienes lo padecen son principalmente mujeres y se produce por un intento de llenar un vacío emocional.

Esta adicción es comparable con la dependencia al alcohol o las drogas, pues tiene características similares. En el portal Psicoactiva.com, la psicóloga Laura Romero aclara que el “shopaholic” es un deseo irrefrenable que se confunde con la necesidad de comprar y que la obsesión lleva a adquirir cualquier cosa sin reflexionar. ” Si no se compra se siente ansiedad, pero no tarda en aparecer un sentimiento de culpa, rabia contra uno mismo y tristeza. Aún así después se recae” afirma la profesional.

Según la revista digital Eroski Consumer, hay una serie de situaciones que delatarían a una “shopaholica”, como por ejemplo: al estar triste, cansada o enojada lo único que calma es ir de shopping; comprar con frecuencia cosas inútiles; tener muchos artículos que nunca se usan; sentirse insatisfecha a pesar de haber adquirido muchos objetos; gastar dinero sin darse cuenta, recibir críticas de gente cercana sobre la manía y usar el tiempo libre sólo en comprar.

Lo fundamental es ir al origen del asunto, es decir, el problema que provoca esa ansiedad. Es importante revisar la situación afectiva, sexual y económica , para poder identificar qué es lo que provoca esta adicción. Tener mucha ropa y artículos inservibles sólo da una felicidad pasajera que al cabo de unos minutos desaparece… para volver al mundo real.

Si te sientes identificada, aún estás a tiempo de hacer algo. Es primordial preguntarte qué necesitas realmente y cuánto dispones para gastar. Por otro lado, también es importante buscar otras actividades de recreación tales como ver una película, reunirse con amigos o hacer cualquier cosa entretenida.

A continuación te entregamos una serie de consejos para que no caigas en la trampa del consumo compulsivo, recomendadas por Bien Simple:

1.- Reconoce que tienes un problema: Debes evaluar si eres una compradora compulsiva, es decir, si frecuentemente vas a la tienda en busca de una prenda de tu agrado. Si acompañado de este deseo, posteriormente viene la culpa y la angustia es porque padeces una adicción a las compras.

2.- Aprende a diferenciar lo necesario de lo prescindible. Puede que sientas que todo es imprescindible, pero tras un análisis te darás cuenta que no necesitas todo lo que está frente a ti. “Para ello debes preguntarte ¿realmente necesito esto?, ¿en qué momento le daré uso?, ¿tengo otros objetos similares?”.

3.- Distinguir tus momentos de vulnerabilidad. Tienes que aprender a reconocer cuando te sientes vulnerable como para caer en el consumismo nuevamente. Debes darte cuenta de que ese momento de satisfacción que trae comprar, sólo durará unos minutos. Por ello, intenta elaborar qué puedes modificar al respecto.

4.- Reduce las posibilidades de tentarte. Una de las medidas que puedes tomar es salir con el dinero justo para lo que debes comprar, ir acompañada, evita las ofertas y no uses las tarjetas de crédito.

5.- Lista de las necesidades. Cuando debas ir a comprar, haz una lista objetiva con lo que realmente necesitas y así evitarás gastos de más.

6.- Mantén tus cuentas y gastos al día. Organìzate de tal modo de saber cuáles son tus ingresos, y los egresos en los que obligatoriamente debes incurrir. De esta manera sabrás cuánto dinero dispones para gastar.

7.- Busca ayuda profesional. Si sientes que no puedes con esta adicción, busca ayuda profesional. “El tratamiento para esta adicción varía según el caso”.

http://youtu.be/sXVa9EKTsOk