Cientos de personas rindieron un último homenaje al jubilado que se suicidó el miércoles en el centro de Atenas, convertido en símbolo del desamparo provocado por la crisis económica en Grecia, durante sus funerales el sábado.

“Pueblo hacia delante, no bajes la cabeza, la única respuesta es la resistencia”, gritó entre otras cosas la multitud, al saludar con aplausos la llegada del ataúd, en el patio del cementerio central de la capital griega.

En su discurso de despedida, la hija del difunto, un farmacéutico jubilado de 77 años, calificó su suicidio de “acto profundamente político”, informó la televisión pública Net.

También se leyó un mensaje del compositor y figura de la resistencia a la dictadura de los coroneles (1967-74), Mikis Thédorakis, convertido en gran crítico de la cura de austeridad infligida al endeudado país por la UE y el FMI.

Siguiendo los deseos del difunto, de izquierdas, la ceremonia fue civil, algo excepcional en Grecia. El cuerpo será luego trasladado a Bulgaria para ser incinerado, la influyente Iglesia ortodoxa griega que sigue bloqueado la creación de crematorios en Grecia.

Dimitris Chrisula se dio un tiro en la sien el miércoles por la mañana en plena plaza Syntagma, punto de encuentro de la protesta que sacude al país desde el inicio de la crisis en 2010, a unos metros del parlamento.

Enfermo de cáncer, según la policía, y viviendo solo, dejó una carta manuscrita en la que acusa al gobierno de haberle dejado sin recursos con los recortes impuestos a las pensiones de los jubilados, y al asimilar al ejecutivo colocado por los ocupantes nazis en 1941.

Su acto provocó una gran emoción en el país y cientos de ciudadanos han desfilado desde entonces en el lugar.