La televisión cubana transmitirá por primera vez los actos de conmemoración del Viernes Santo, en un gesto del Gobierno comunista al pedido del papa Benedicto XVI de profundizar la libertad religiosa en la isla.

Este Viernes Santo será feriado por primera vez en décadas en la Isla, según dijo el portavoz de la arquidiócesis de La Habana, Orlando Márquez.

Márquez señaló respecto a la actividad que el cardenal Jaime Ortega “predicará en la catedral de La Habana (…) el Sermón de las siete palabras. Este evento será transmitido en vivo por el Canal educativo 1 de la televisión cubana”.

Todos los medios de comunicación de Cuba están bajo control estatal. Por esta vía, el cardenal, que es arzobispo de La Habana, dará su sermón a las 14H00 locales (18H00 GMT).

Márquez también confirmó, en un correo electrónico enviado a la AFP, la realización este viernes del tradicional Vía Crucis entre la catedral y el templo del Cristo del buen viaje, ambos en La Habana Vieja.

En respuesta a una petición papal, el presidente Raúl Castro decretó feriado nacional este Viernes Santo de forma excepcional, aunque el parlamento podría declararlo definitivo más adelante. Este feriado había sido eliminado en los años 60.

En su visita a Cuba, del 26 al 28 de marzo, Benedicto XVI reconoció avances en las libertades religiosas en la isla y pidió seguir avanzando en ese sentido.

“Es de reconocer con alegría que en Cuba se han ido dando pasos para que la Iglesia lleve a cabo su misión insoslayable de expresar pública y abiertamente su fe”, dijo el Papa en una misa en la Plaza de la Revolución de La Habana, en presencia del presidente Raúl Castro.

Las procesiones católicas fueron suprimidas en Cuba en 1961 y el feriado de la Navidad en 1969, pero fueron restituidos tras la visita del papa Juan Pablo II a la isla en 1998.

En mayo de 2010 la Iglesia católica y el gobierno comenzaron un inédito diálogo que condujo a la excarcelación de 130 presos políticos y abrió espacio social a la institución eclesiástica.

Benedicto XVI también hizo hincapié en el acceso de la Iglesia al sistema educacional cubano, nacionalizado en 1961, pero el gobierno no muestra disposición en ese sentido.