La caída de la producción industrial alemana en febrero, considerablemente superior a las previsiones de los economistas, causó preocupación en Alemania, donde muchos analistas temen que la principal economía europea esté al borde de una recesión.

La producción industrial alemana retrocedió 1,3% en febrero con relación a enero, según la cifra provisoria difundida este jueves por el ministerio de Economía.

Los analistas consultados por la agencia Dow Jones Newswires esperaban un retroceso de alrededor de 0,5%.

Por otra parte, la producción industrial de enero fue corregida a la baja, a +1,2 contra +1,6%.

La caída de febrero se explica en particular por un derrumbe de la construcción (-17,1%), que estuvo paralizada debido a la ola de frío que azotó a Europa.

También bajaron la producción de bienes de consumo (-2,1%) y la de los intermedios (-0,3%), mientras que los de equipamiento aumentaron muy poco (+0,3%).

En el período enero-febrero con relación a noviembre-diciembre, la producción industrial alemana retrocedió 0,8%, pero si se dejan de lado la construcción y las obras públicas, la baja fue de tan sólo 0,3%, indicó el ministerio de Economía, que se mostró optimista con relación a los próximos meses.

“La industria de la construcción va a recuperar rápidamente el terreno perdido con la reactivación (prevista) en la primavera”, indicó el comunicado del ministerio de Economía.

El resto de la producción industrial se ve afectada por la timidez de la demanda, pero las empresas alemanas son optimistas, lo que implica “una mejora”, señaló el ministerio.

Los analistas no se mostraron tan seguros y percibieron en los datos una señal de que la economía alemana, que ya se contrajo un 0,2% a finales del año pasado, puede conocer un segundo trimestre negativo consecutivo y por ende entrar en recesión.

“La caída de 2% en la producción de bienes de consumo debilita la idea de que Alemania está viviendo un boom del consumo”, señaló Jonathan Loynes, economista de Capital Economics.

La industria tendrá un efecto negativo en el conjunto del PIB del primer trimestre, por lo cual es muy probable que Alemania ya esté en recesión técnica, analizó Loynes.

En cambio, Annalisa Piazza, analista de Newedge Strategy, no es tan pesimista.

Los datos “muestran claramente que Alemania no resiste para nada frente a la desaceleración cíclica en curso”, pero se espera que en 2012 el “PIB siga siendo positivo”, augura Piazza.

Sin embargo “sospechamos que la economía no crecerá más de 0,1 en 2012″, agregó Piazza.

“A pesar de la resistencia de la economía alemana, no hay que olvidar que alrededor del 40% del PIB alemán depende de las exportaciones. Una desaceleración de la economía de la zona euro afectará a Alemania”, había indicado Piazza, al comentar las cifras de la industria alemana difundidas el miércoles.

En febrero, los pedidos a la industria alemana registraron una subida muy leve, de tan solo 0,3%, por debajo de las expectativas de los analistas, que esperaban un alza de 1,5%.