El gobierno español presentó el martes al parlamento su presupuesto 2012, el más duro de la historia del país con la clara meta de reducir el déficit público y por ende una deuda pública, que sube casi diez puntos hasta el 80% del PIB, aunque sigue siendo baja respecto a Europa.

“La deuda pública pasará del 68,5% del PIB a finales de 2011 al 79,8%, nivel que sigue estando por debajo del 90,4% que registrará la media de la zona euro”, aseguró el Ministerio, simultáneamente a la comparecencia en el Congreso del ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, para presentar el proyecto de presupuestos.

Estos presupuestos “responden al gravísimo momento económico que está atravesando España” y están “absolutamente comprometidos con la corrección a la baja del déficit” español del 8,51% registrado en 2011 al 5,3% del PIB pactado con Bruselas para este año, principal objetivo del gobierno, aseguró Montoro.

“El desafío de estos presupuestos es recuperar la confianza de los socios europeos en España, recuperar la confianza de los inversores”, añadió Montoro, al presentar un proyecto que prevé un ajuste de 27.300 millones de euros con aumento de impuestos y recorte de gastos.

“El mayor problema de España es la financiación de la economía, es el alto endeudamiento de nuestra economía frente al resto del mundo”, según Montoro, un endeudamiento retroalimentado por el déficit.

“El tipo de interés de la financiación ha subido, pero sigue siendo bajo y lo que ha aumentado mucho es el gasto de deuda por déficit”, que obliga a pedir prestado para financiarse, dijo a la AFP José Carlos Díez, economista jefe de la sociedad de corretaje Intermoney.

“Por eso, el ministro (Montoro) ha dicho que tiene que parar el déficit. España no tiene un problema de deuda, tiene un problema de déficit que crece muy rápido”, insistió Díez.

“Tenemos que reducir esa dependencia financiera”, afirmó el ministro español, antes de asegurar que “luego seguro que vendrá la recuperación económica”.

España destinará 28.848 millones de euros al pago de los intereses de la deuda, lo que supone un 2,71% del PIB, muy por debajo de países con dificultades como Irlanda o Portugal.

El gobierno prevé reducir en 2012 en un 30% su necesidad de endeudamiento, pero los intereses de la deuda y otros costes financieros ya pesan bastante sobre las finanzas públicas, también lastradas por los subsidios de desempleo en un país con una tasa de paro récord.

El desempleo siguió subiendo en España en marzo situándose en los 4,75 millones de parados, lo que supuso un incremento del 9,63% interanual, según cifras hechas públicas este martes por el ministerio de Empleo.

Sin su motor económico, la construcción, el país tiene la tasa de desempleo más elevada de los países industrializados: según el Instituto Nacional de Estadística (INE), que utiliza un método de cálculo diferente, esta tasa se situó en el 22,85% a finales de 2011.

España destinará algo más 28.500 millones de euros al pago de prestaciones por desempleo lo que supone un 5,4% menos que en 2011, según el proyecto de presupuestos.

“Tratamos de que esta crisis acabe cuanto antes”, insistió el ministro Montoro, recordando que los presupuestos se llevan aplicando desde principios de año sobre la base de los presupuestos prorrogados del pasado año.

El ministro español trató así de salir al paso de las declaraciones llegadas desde el Banco Central Europeo instando a que el presupuesto, que se debatirá en el Congreso de los Diputados entre el 24 y el 26 de abril, se aprobase por procedimiento de urgencia.