La acción de la petrolera hispano argentina Repsol-YPF cerró este martes con un derrumbe de 15,80% en la Bolsa de Buenos Aires, en medio de versiones de una intervención gubernamental en la compañía.

El título de la mayor compañía del país sudamericano llegó a caer 17,5% una hora y media antes del cierre.

El lunes, feriado en Argentina por el aniversario de la guerra de las Malvinas, los títulos de YPF se habían desplomado en la Bolsa de Nueva York un 15%.

A la difícil situación por la quita de 12 áreas de explotación en cinco provincias argentinas, se suman versiones de la prensa local sobre un proyecto de ley del oficialismo para estatizar la empresa, total o parcialmente, o negociar un ingreso de otros accionistas privados.

Desde enero pasado, cuando comenzó la presión del gobierno de Cristina Fernández para que aumente la producción de crudo, el valor de la petrolera bajó 6.980 millones de dólares y el precio de mercado quedó en torno a 9.070 millones, según la prensa.

“En el mercado se acrecentaron los rumores de que el Gobierno podría tomar nuevas medidas respecto al futuro de la empresa”, explicó Leonardo Bazzi, analista de la casa de inversiones Puente.

Bazzi agregó que “además se teme que las provincias comiencen a quitarle a la empresa más concesiones de áreas clave para la producción de YPF”.

La firma hidrocarburífera lleva perdidas en las últimas semanas doce áreas concesionadas en las provincias de Mendoza (oeste), Santa Cruz (sur), Chubut (sur), Salta (norte), Río Negro (sur) y Neuquén (sudoeste).

Además, la Comisión Nacional de Valores (CNV, reguladora bursátil) había informado que iniciará una investigación sobre supuesta manipulación de mercado con las acciones de YPF, cuyos precios sufrieron fuertes oscilaciones.

El Gobierno presiona por una mayor inversión de la petrolera para incrementar su producción de hidrocarburos que cayó entre 30% y 40% en los últimos años, según cifras oficiales.

Argentina tuvo que importar hidrocarburos en 2011 por unos 9.300 millones de dólares, en un contexto de reducción del superávit comercial, que el Gobierno intenta preservar con drásticas medidas de control del mercado cambiario y aduanas.