A un completo acuerdo, que pone fin a una pesadilla, llego un hombre de 86 años con la caja de compensación 18 de septiembre de Concepción. La entidad le concedió un préstamo por 3 millones y medio, pese a que él jamás lo solicitó, cobrándose mediante un peritaje de la PDI, que la firma y huella dactilar usadas para aprobar el crédito social eran falsas.

El abogado Antoine Peñaloza señaló que su representado José Raúl Baeza Muñoz, de 86 años, con domicilio en Quillón, aceptó en los últimos días la proposición ofrecida por la caja 18 de septiembre, con lo que tácitamente se admitió una irregularidad.

A José Baeza, una persona que está casi ciega, le aprobaron el crédito social por 3 millones y medio en diciembre de 2010, cinco días después de registrarse su incorporación, algo que él jamás tramitó ni buscó.

Las condiciones de pago eran abusivas: 60 cuotas de 136 mil pesos, que suman 8 millones a cancelar hasta el año 2015.

El abogado Peñaloza señaló los términos del acuerdo que termina con la pesadilla.

Sin embargo, el tema no termina ahí, porque la unidad de delitos económicos investiga el hecho desde mayo del año pasado, mediante el fiscal Guillermo Henríquez, para determinar quien falsificó la firma y huella del afectado.

Sobre este punto, el abogado del adulto mayor entregó un antecedente clave.

Junto con aclarar la participación de la mujer, también será relevante saber quién de los funcionarios de la caja se prestó para configurar el delito de falsificación y uso malicioso de documentos privados.