El obispo auxiliar de San Pedro Sula, Rómulo Emiliani, aseguró la noche del jueves que su mediación impidió una tragedia mayor en el enfrentamiento entre reos que provocó un incendio con 13 muertos en el penal hondureño.

“Si no hubiera habido esa intervención (…) esa mediación en ese momento la cosa hubiera sido peor”, dijo el religioso a la estación local HRN.

El sacerdote calificó el incidente como “lamentable, doloroso, 13 personas han muerto (…) en un conflicto entre ellos, (aunque) habrá que determinar las causas”, dijo el religioso, que tiene mucha simpatía con los reos del penal situado en San Pedro Sula, 240 km al norte de la capital, porque él realiza una labor social con ellos.

De acuerdo a los reportes de medios locales, el incidente en Centro Penal Sampedrano, donde había alrededor de 2.400 reclusos, pese a que fue construido para 800, se originó porque uno de los reos coordinadores nombrado por las autoridades para imponer disciplina, informó a los presos del hogar 18 que varios de ellos iban a ser trasladados a otra celda.

Eso motivó una revuelta con armas blancas que provocó la muerte del recluso coordinador, que fue decapitado y su cabeza fue lanzada al techo. En el enfrentamiento se desató un incendio, que fue sofocado por los propios reos con baldes de agua, tras lo cual se hallaron los cuerpos.

Emiliani relató que los presos lo llamaron a él para mediar porque los presos se negaban a que los guardias de la cárcel intervinieran y pidieron el retiro de la policía que había llegado de refuerzo.

Por su parte, el presidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa, instruyó al ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, a movilizarse para atender la emergencia del penal sampedrano para preservar las vidas de los reclusos.

“Hay que hacer todo lo necesario para evitar la pérdida de vidas humanas, que es lo que nos preocupa a todos, todo lo demás se puede recuperar”, manifestó Lobo.