El papa Benedicto XVI instó este miércoles a Cuba a seguir ampliando el espacio para la acción de la Iglesia Católica, destacando que la libertad religiosa es “esencial”, al oficiar una misa en la Plaza de la Revolución de La Habana a la que asistió el presidente Raúl Castro.

“Es de reconocer con alegría que en Cuba se han ido dando pasos para que la Iglesia lleve a cabo su misión insoslayable de expresar pública y abiertamente su fe”, dijo el Papa en su homilía ante unos 500.000 cubanos congregados en esta plaza, sitio de grandes manifestaciones comunistas.

“Para poder ejercer esta tarea, (la Iglesia) ha de contar con la esencial libertad religiosa”, precisó.

“Es preciso seguir adelante, y deseo animar a las instancias gubernamentales de la nación a reforzar lo ya alcanzado y a avanzar por este camino de genuino servicio al bien común de toda la sociedad cubana”, añadió el Papa en la segunda misa que oficia en la isla, en presencia de Raúl Castro y del canciller Bruno Rodríguez.

El pontífice, de 84 años, fue escuchado bajo un sol radiante en la Plaza por medio millón de fieles, así como de ateos, comunistas y adeptos a la santería, rito afrocubano que mezcla el espiritualismo africano con el catolicismo.

En 1998, en ese mismo lugar en presencia de Fidel Castro, Juan Pablo II, el primer papa que visitó la isla, celebró una histórica misa en que pidió que “Cuba se abra al mundo para que el mundo se abra a Cuba”.

La visita de Juan Pablo II marcó el deshielo en las relaciones entre el régimen comunista y la Iglesia Católica, que ahora es interlocutora privilegiada del gobierno de Raúl Castro, que sucedió en 2006 en el mando a su hermano enfermo Fidel.

El Papa dijo que la Iglesia busca dar su “testimonio” no sólo en la catequesis, sino también en el ámbito escolar y universitario. Las escuelas católicas y todos los colegios privados fueron “nacionalizados” tras la llegada al poder de Fidel Castro, en 1959.

“Ella (la Iglesia) busca dar este testimonio en su predicación y enseñanza, tanto en la catequesis como en ámbitos escolares y universitarios. Es de esperar que pronto llegue aquí también el momento de que la Iglesia pueda llevar a los campos del saber los beneficios de la misión que su Señor le encomendó y que nunca puede descuidar”, dijo el Papa.

Junto con agradecer a Dios, “que nos reúne en esta emblemática plaza”, el pontífice dijo que “la verdad es un anhelo del ser humano, y buscarla siempre supone un ejercicio de auténtica libertad”.

Luego del oficio religioso, el Papa debe reunirse con el padre de la revolución cubana, Fidel Castro, antes de marcharse de la isla a las 17H00 locales (22H00 GMT), poniendo fin a un periplo de seis días por México y Cuba, el primer viaje que realiza por naciones latinoamericanas de habla española.