De mi consideración:

Soy un adulto mayor de 73 años, diabético y con una válvula artificial en mi corazón. A pesar de ello y hasta fines del año pasado (2011) mi vida seguía siendo plena y muy activa y con las complicaciones mencionadas totalmente controladas, es decir, una vida normal y feliz.

En diciembre de 2011 asistí al policlínico de Chiguayante por una lesión en la boca y garganta. Dadas las complicaciones mencionadas al principio, fui derivado la Unidad Maxilo Facial del Hospital Clínico Regional de Concepción vía interconsulta. Allí, luego de que la Doctora Caro me auscultara, me indico que era necesario hacer una “cirugía mayor” y que eso no se podía tratar en el sillón del dentista, sino que necesitaba hospitalización debido a mi diabetes y al anticoagulante que tomo diariamente debido a mi válvula aórtica artificial. A partir de allí lo que sucedió fue lo siguiente:

Lunes 12 de diciembre de 2011: fui hospitalizado, e intervenido quirúrgicamente para cortar una hemorragia que arrastraba de muchos días. La hoja de EPICRISIS dice entre otras cosas:

Diagnóstico de ingreso Tu. Mandibular
Diagnóstico de egreso: Tu. Mandibular en estudio
Operación Biopsia escicional.
Dr. Rivas/Dra. Caro

Lunes 2 de enero de 2012: Scanner cuello-cabeza

Lunes 16 de enero de 2012: cita de control y citación a reunión con junta de médicos

Una semana después (no recuerdo bien esa fecha) Reunión con Junta de Médicos en la que me informan que tengo Cancer Maligno, sin ramificación ubicado entre la mandíbula y la amígdala derecha. Se me indica que hay que operar rápidamente y se me cita a hospitalización para el día sábado 28 de enero de 2012.

Sábado 28 de enero: Soy hospitalizado durante 4 días en Otorinolaringología, al final de los cuales soy enviado de vuelta a mi casa bajo explicación de que los médicos se fueron de vacaciones y que no había anestesista; explicación dada por el doctor Torres y el paramédico de sala. Se me cita para una nueva hospitalización para el día 6 de marzo de 2012 para así ser operado el día 9 de marzo.

Martes 6 de marzo de 2012. Esperé tres horas para ser ingresado (fui citado a las 14 hrs. e ingresado a las 17 hrs.). Al siguiente día (7 de marzo), a las 14:00 hrs. fui enviado nuevamente a mi casa; esta vez aduciendo que no habían programado cama en la UCI. (a estas alturas para mí este argumento resultaba inconcebible). Me citan nuevamente para el día 20 de marzo de 2012, para ser operado el 23 de marzo.

Martes 20 de marzo de 2012: Me presento a las 14 hrs. y me dicen que nuevamente no pueden hospitalizarme pues, en la operación que realizarían tres médicos, tendría que participar un cuarto médico maxilofacial de apellido Munchmayer, quien no se encontraba en Concepción. En esta oportunidad, una vez más (el cuento de nunca acabar), me citan a hospitalización para el martes 17 de abril para ser operado el 20 de abril de 2012.

Jueves 22 de marzo: Se presenta mi esposa e hijo en el hospital a conversar con el médico jefe de servicio de Otorrinolaringología, el Doctor Patricio Ulloa, él “explica” que no es fácil operarme y que esta vez él se ocupará personalmente de que todo “coincida” para el éxito de la operación pero que nuevamente podría fallar alguno de los especialistas, que es imposible adelantar la operación, que nuevamente podría fallar la cama UCI, que la prioridad la tienen los pacientes que ingresan por urgencia.

También explica que existe una posibilidad en “algunas ocasiones especiales” en que el Director del hospital puede comprar el servicio de cama UCI en otro hospital o Clínica, pero que es resorte del Director. Dados estos comentarios, se abre la muy válida interrogante: ¿me operarán efectivamente esta vez o debo prepararme para que me envíen una vez más a la casa sin hacerme nada y hacerme a la idea de que debo esperar mi muerte sin más?

Terminada esta conversación mi esposa e hijo intentaron hablar con el director del Hospital pero les fue imposible, sólo pudieron hablar con su secretaria, la Srta. Janet Roa, quien nos había conseguido la entrevista con el Dr. Ulloa y quien muy amablemente tomo nota, números de teléfonos e índico que lo de la compra de la cama UCI era resorte del Jefe de Servicio de Otorrinolaringología (finalmente no queda claro de quién es resorte esta decisión; si del Director o del Jefe de Servicio).

Hoy estoy a la espera de la tan postergada operación, con un sentimiento de impotencia tremenda debido a las veces que he sido enviado de vuelta para mi casa. Con una preocupación inmensa por el prolongado tiempo desde que fue detectado el cáncer y programada la “urgente operación” y con dolores que ya no me dejan en ningún momento.

Llevé un carta explicando mi situación al SEREMI de SALUD de Concepción, pero este no nos atiende y allí nos dicen que él solo ve problemas ambientales, también intentamos hablar con el Jefe del Servicio de Salud de Concepción pero no fue posible pues siempre está en reuniones y el guardia dice (no había secretaria) que nunca atiende público sin que se solicite la entrevista; sólo recibieron mi carta y anotaron mi número de teléfono para llamarme, mas nunca recibí respuesta.

A través de ustedes señores de Bío-Bío La Radio, Me dirijo al MINISTRO DE SALUD, Sr. Jaime Mañalich, para expresar mi impotencia, rabia, descontento y desesperanza por esta situación que me aqueja y solicitar su intervención a fin de precipitar con verdadera urgencia la atención necesaria para extirpar este tumor canceroso antes de que para mí sea tarde.

Aún soy un hombre útil a mi familia y a la sociedad y pretendo seguir siéndolo, pero dados los antecedentes relatados plagados de “desinteligencias”, veo con gran temor que en la próxima citación falle cualquiera de las variables en esta ecuación y finalmente me venza esta enfermedad que hoy es posible detener “a tiempo”.

Esperando vuestra comprensión y apoyo, y de quien lea esto, se despide atentamente:

Manuel Segundo Ibacache Jordán
R.U.T.: 3.377.XXX-X
Ficha Clínica:131XXXX
Fono: 41 – 318 XXXX
Celular: 761XXXXXX
Dirección: Pasaje XX, casa XXX, Altos de Chiguayante, Chiguayante, Concepción, Chile.