El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo que “por la actitud de su gobierno, Chile no puede continuar siendo un mal vecino” en la solución del reclamo boliviano de una salida soberana al Pacífico, perdida en una guerra en 1879, en la que también intervino Perú.

“En pleno siglo XXI, por la actitud de su gobierno, Chile no puede continuar siendo un mal vecino”, dijo Morales en un discurso por el Día del Mar, en el que se quejó de que “las fronteras chilenas siguen sembradas de minas” y por las amenazas de usar la fuerza por parte de sus autoridades.

A 133 años de la pérdida de su litoral y a más de un siglo de búsqueda infructuosa de una solución bilateral a su mediterraneidad, Bolivia decidió buscar “ante tribunales internacionales una solución a su demanda marítima que por justicia y derecho le asiste”, señaló Morales.

“Bolivia nació a la vida independiente con litoral, con acceso libre y soberano al océano Pacífico, que le fue usurpado por Chile mediante una invasión que desencadenó una guerra injusta que Bolivia nunca deseó ni buscó”, insistió.

Ante el anuncio de la demanda boliviana, el canciller chileno, Alfredo Moreno, advirtió en diciembre del año pasado que Bolivia “va a sufrir las consecuencias” de su decisión de demandarle ante tribunales internacionales.

“Esta decisión no debe ser interpretada como un acto inamistoso, es hacer uso de un mecanismo reconocido entre los estados para resolver sus diferencias de manera pacífica”, dijo este viernes Morales en el discurso que precedió a un desfile cívico de estudiantes, militares y delegados de instituciones.

En mayo pasado, el ministro de Defensa chileno, Andrés Allamand, había advertido que su país “tiene Fuerzas Armadas prestigiadas, profesionales y preparadas, que están en condiciones de hacer respetar los tratados internacionales y de cautelar adecuadamente la soberanía y la integridad territorial de Chile”.

En medio de ese clima, una oficina de intereses marítimos de Bolivia prepara desde 2011 la estrategia jurídica que utilizará en el tribunal de La Haya por las pérdidas que le ocasiona su falta de costa. “Un país sin mar pierde cada año un 0,7% de su PIB como lo establecen las Naciones Unidas”, señaló Morales.

La Paz y Santiago llevaron adelante desde 2006 una política de acercamiento con la discusión de una agenda de 13 puntos -que incluye el tema marítimo- durante el gobierno de Michelle Bachelet, pero la misma fue frenada por el actual gobierno de Sebastián Piñera, según las autoridades bolivianas.

“No crea el gobierno chileno que nos cansará con su actitud distraccionista y dilatoria”, señaló en ese sentido Morales en su discurso por el Día el Mar.

“Estamos convencidos de que el sentimiento de justicia del pueblo boliviano es compartido por amplios sectores de la población chilena, como se ha demostrado en diversas circunstancias. Sin embargo, el gobierno de Chile y sus autoridades insisten en que no tienen temas pendientes con Bolivia”, deploró el gobernante.

Según Morales, “las fronteras chilenas siguen sembradas de minas y las amenazas de algunas autoridades de hacer uso de las fuerzas armadas para resolver las controversias con otros Estados ponen en evidencia esas contradicciones para un país que se proclama moderno y democrático”.

“En pleno siglo XXI, por la actitud de su gobierno, Chile no puede continuar siendo un mal vecino. Bolivia es un país pacifista y la solución a su justa demanda pasa por caminos concertados por las normas jurídicas internacionales y el principio de la buena fe”, manifestó.

Bolivia perdió su costa de 400 km en 1879 en una guerra del Pacífico con Chile, en la que además intervino Perú, que también cedió territorios.