El ministro de Deportes brasileño, Aldo Rebelo, minimizó el jueves los atrasos en algunas obras de la Copa del Mundo-2014 y en la aprobación de la ley general del Mundial en el Congreso brasileño, exigida por la FIFA para permitir la venta de alcohol en los estadios.

“Lo único que no se atrasa en Brasil es el partido de fútbol. A la hora exacta suena el pito. Entregaremos las obras esenciales de los estadios y movilidad urbana” a tiempo para la Copa del Mundo-2014, dijo el ministro en una entrevista con la televisión y la radio estatales.

“Cumpliremos la tarea de celebrar la Copa del Mundo”, aseguró Rebelo, que pasó revista a las principales obras en las 12 ciudades sede del Mundial.

El ministro comparó la preparación de la Copa a un desfile de carnaval: “quien sigue el desfile de la escuela de samba piensa que no va a salir, pero cada año sale y es un evento de referencia”, afirmó.

El ministro también se refirió al proyecto de ley de la Copa actualmente paralizado en la Cámara de Diputados. “Ese atraso no comprometerá el calendario”, aseguró Rebelo, y sostuvo que todos los compromisos que esa legislación contempla ya fueron asumidos y garantizados por el gobierno brasileño a la FIFA.

Rebelo expresó “confianza” en que el Congreso aprobará la ley en marzo o abril.

Brasil y la FIFA vivieron una reciente crisis después de que el secretario general de la entidad, Jerôme Valcke, dijera que el país necesita “una patada en el culo” para avanzar en los preparativos del Mundial. En el centro de la polémica estaba el atraso en la aprobación del proyecto de ley de la Copa.

El gobierno reaccionó diciendo que no reconocía más a Valcke como interlocutor de la FIFA.

Una reunión entre la presidenta Dilma Rousseff y el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, el viernes pasado, pareció poner fin a la crisis, aunque se desconoce aún si Valcke seguirá siendo el interlocutor de la organización con el gobierno brasileño.

“No he pensado en ese asunto”, dijo el ministro, indicando que la decisión la tomará la propia FIFA.