Whitney Houston murió por ahogamiento accidental luego de tomar cocaína que exarcebó su enfermedad cardíaca, informó este jueves la oficina forense del condado de Los Angeles.

La cantante galardonada con varios Grammys, que falleció a la edad de 48 años en la bañera de un hotel de Beverly Hills el mes pasado, tuvo una especie de ataque al corazón que causó su deslizamiento en el agua, informó el portavoz de la unidad forense, Craig Harvey.

“Tenemos una enfermedad cardíaca exarcebada por el uso de cocaína que, combinado, resultó en su ahogamiento”, relató a la AFP. “Creemos que hubo un evento cardíaco, complicado por el uso de cocaína”, antes de que se ahogara, añadió.

El comunicado del forense confirmó que existía cocaína en el cuerpo de la cantante en el momento de su muerte, que fue descrita como un “accidente”, mientras que la causa fue enunciada como ahogamiento y “efectos de enfermedad del corazón ateroesclerosis y uso de cocaína”.

“¿Cómo ocurrió? Fue encontrada sumergida en una bañera cubierta de agua; consumo de cocaína”, añadió el comunicado.

“No se sospechan lesiones o violencia”, continuó la nota, que afirma que una versión final del informe del forense se hará pública en dos semanas.

Otras sustancias químicas que se encontraron en el cuerpo de la cantante, pero que no contribuyeron a su muerte, son marihuana, alprazolam (Xanax), ciclobenzaprina (Flexiril) y difenhidramina (Benadryl), agregó el comunicado.

Houston fue encontrada muerta el 11 de febrero, un día antes de la entrega de los mayores premios de la música, los Grammy.

Las especulaciones sobre su muerte apuntaban a una combinación letal de fármacos recetados, drogas y alcohol.

La cantante fue autora de éxitos como “I will always love you”, que vendió unas 170 millones de copias durante una carrera que se extendió a lo largo de más de tres décadas. Pero Houston también fue conocida por luchar una larga batalla contra el abuso de sustancias al mismo tiempo que trataba de mantener vivo su talento para la actuación.

Houston fue enterrada una semana después de su muerte en Nueva Jersey, luego de una emotiva ceremonia de despedida en la iglesia bautista en la que cantaba cuando era niña y que fue retransmitida globalmente.

A comienzos de este mes se supo que Houston dejó toda su fortuna a su hija Bobbi Kristina, nacida de su problemático matrimonio con el cantante Bobby Brown, que no recibió nada en la herencia.

Bobbi Kristina, que tiene actualmente 19 años, recibirá las ganancias de todo el dinero de la cantante, su mobiliario, ropa, efectos personales, joyas y autos, según el testamento publicado el 7 de marzo.

Unos días después Bobbi Kristina afirmó que sus planes eran continuar en el negocio de su madre. “Tengo que continuar con el legado (…) Vamos a hacer algo de canción, algo de actuación, algo de baile”, declaró al espectáculo televisivo de Oprah Winfrey, añadiendo “Es una gran presión, pero ella me preparó para esto”.