La FIFA deberá negociar la venta de alcohol en los estadios durante el Mundial de 2014 con cada uno de los 12 estados brasileños sedes del torneo, dijeron legisladores tras reunirse con el gobierno el martes para destrabar la votación de la ley que regulará la Copa del Mundo.

Las partes resolvieron retirar del proyecto de ley un artículo aprobado inicialmente que liberaba de forma general y expresa la venta de cerveza en los estadios, prohibida por normas brasileñas.

La FIFA exige la comercialización de cerveza durante la Copa, en virtud del compromiso con la cervecera Budweiser, uno de sus patrocinadores.

“Va a prevalecer el texto original y vamos a retirar con una enmienda el artículo del relator (del proyecto) que libera las bebidas. Según el gobierno, eso preserva el acuerdo con la FIFA”, señaló el diputado Henrique Alves tras un encuentro con el ministro de Deportes, Aldo Rebelo.

El texto que será reformado, y que fue aprobado en primera instancia hace unas semanas en comisión legislativa, creaba vacíos legales y corría el riesgo de ser rechazado en el Congreso, debido a la oposición de algunos aliados del gobierno a la venta de alcohol en los estadios.

El acuerdo de este martes entre el gobierno y líderes del oficialismo despeja la aprobación de la Ley General de la Copa en la Cámara baja, antes de ir al Senado y ser sancionada por la presidenta Dilma Rousseff.

En la FIFA “van a tener que negociar con los estados que prohíben. Mandar el mensaje a la Asamblea (de cada sede) y suspender” la veda a la venta de cerveza, dijo el diputado oficialista Vicente Candido, relator del proyecto aprobado en comisión.

Sin embargo, el gobierno estima que la nueva versión del texto se ciñe al marco jurídico y permite destrabar la votación de la Ley General sin afectar los compromisos asumidos por Brasil con el máximo organismo del fútbol sobre la venta de cerveza.

“Las garantías fueron ofrecidas por el gobierno brasileño, mas los gobernadores de los estados que van a ser sedes también firmaron esas garantías”, resaltó el ministro Rebelo.

En ese sentido, el diputado oficialista Jilmar Tatto también consideró que la decisión de excluir la liberación del consumo en los estadios no impedirá que las sedes del campeonato se ajusten a las obligaciones con la FIFA.

“Vamos a ayudar a esos estados a hacer que se cumpla el acuerdo con la FIFA”, Federación Internacional de Fútbol Asociado, indicó.

Además del tema del alcohol, la norma limita a 300.000 las entradas a precios reducidos, y da garantías a la entidad del fútbol para los derechos de transmisión.

“Cuando el gobierno federal regionaliza la discusión, o sea, sugiere que la FIFA negocie con cada estado, está, por lo menos, excluyéndose” de la discusión, cuando la “Ley general de la Copa es el contrato entre el país sede y la FIFA”, cuestionó Wágner Vilaron, columnista especializado del diario Estado de Sao Paulo.

“El texto tendría que haber sido ratificado en 2007 y estamos en 2012″, se quejó en pasados días el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, antes de desatar una gran controversia por unas declaraciones según las cuales Brasil “necesitaba una patada en el culo” para acelerar los preparativos de la Copa.

El viernes, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, se reunió en Brasilia con Rousseff para bajar las tensiones generadas por esos comentarios, y recibió la garantía de que Brasil cumplirá con sus acuerdos en torno al Mundial.