Amnistía Internacional pidió este lunes a la OTAN que investigue la muerte de “decenas de civiles” en sus ataques efectuados el año pasado en Libia, e indemnice a los familiares de las víctimas, una idea que de momento arrancó el apoyo de Rusia.

“Deben efectuarse investigaciones adecuadas, y las víctimas y sus familias deben ser indemnizadas íntegramente”, insistió en un comunicado la organización de defensa de derechos humanos con sede en Londres.

Amnistía cita 55 casos de civiles muertos en ataques aéreos en Trípoli, Zliten, Majer (oeste), Sirte y Brega (este). La mayoría de ellos perecieron al ser bombardeados sus domicilios, sin que haya elementos que apunten a un uso militar de esos lugares en el momento de los ataques.

Meses después de terminadas las operaciones de la OTAN en Libia, ni la Alianza Atlántica ni las nuevas autoridades libias han tomado contacto con las víctimas, afirma Amnistía basándose en testimonios recogidos en enero y febrero.

La organización estima que la OTAN debe investigar para determinar si las muertes de esos civiles resultan de una violación del derecho internacional, y si es el caso llevar a los responsables ante la justicia.

La OTAN respondió afirmando que “la campaña se efectuó en plena conformidad con el mandato de Naciones Unidas y el derecho humanitario internacional”.

“Efectuamos nuestras operaciones con cuidado y precisión, tal y como lo reconoció la comisión internacional de investigación sobre Libia, que concluyó que la OTAN ‘llevó a cabo una campaña muy precisa con una determinación manifiesta de evitar las víctimas civiles’”, abundó una portavoz de la Alianza Atlántica, Oana Lungescu.

Los ataques de la OTAN comenzaron en marzo de 2011 al amparo de una resolución de la ONU destinada a proteger a los civiles de la represión ejercida por el régimen de Muamar Gadafi para acabar con una insurrección.

Los ataques de la Alianza, decisivos para la caída del régimen, dividieron el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia, China, Sudáfrica e India consideraron que iban más allá del mandato de Naciones Unidas. Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Alemania sostuvieron que eran legales y servían para salvar vidas.

En esa línea, Rusia apoyó el pedido de Amnistía Internacional.

“Confirmamos la necesidad de investigar todos los crímenes cometidos durante el conflicto libio por todas las partes, incluidos todos los casos de muertes de civiles en los ataques de la OTAN”, declaró el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.

“Es importante sobre todo porque la operación de la OTAN se hizo mediando serias violaciones del mandato del Consejo de Seguridad de la ONU”, añadió la cancillería.