La Iglesia Católica manifestó este viernes su preocupación por la violencia registrada en la región de Aysén e instó a todas las partes a evitarla, en el marco del conflicto social que cumple su cuarta semana.

Así lo expresan los obispos católicos en una declaración suscrita por el presidente de la Conferencia Epicopal, Ricardo Ezzati, leída por su vocero Jaime Coiro.

“No podemos permanecer indiferentes ante el clamor de comunidades que se sienten postergadas, desoídas e incluso ignoradas”, se indicó en el texto.

El Episcopado señaló que aprecia el esfuerzo de las organizaciones sociales y del gobierno para establecer una mesa diálogo en que se busque con generosidad un entendimiento.

En ese sentido, hizo un llamado a todas las personas e instituciones involucradas directa e indirectamente en la crisis de la región de Aysén a desplegar sus mayores esfuerzos para evitar la violencia.

La Conferencia Episcopal agregó que cuando la presión ilegítima y las amenazas se anteponen al diálogo, la fuerza desplaza a la razón y es la comunidad la principal perdedora.

El organismo eclesiástico expresó, además, su respaldo y solidaridad a las gestiones desplegadas por el obispo de Aysén, Luis Infanti.

El Episcopado concluyó que la Iglesia Católica no puede permanecer indiferente ante el clamor de comunidades que se sienten postergadas, desoídas e incluso ignoradas.