Luego de recorrer un tortuoso camino marcado por el desconocimiento de las reglas de importación, finalmente los Bomberos de Penco y Lirquén ya se encuentran utilizando el equipamiento que les fueron donados por sus pares de Canadá. Eso sí, la entrega de los trajes y de dos carros se hizo a puertas cerradas, para sellar el tema en silencio.

Al fin las cosas están en su lugar en Penco. Los bomberos, en particular los de la tercera compañía, con asiento en Lirquén, ya tienen en sus manos y a disposición, los dos carros y el numeroso equipamiento que la entidad Cafsa les donó el año pasado y que inexplicablemente permanecía guardado en la unidad, estacionado y embalado.

Esta anómala situación quedó al descubierto luego que la noche del 29 de febrero, 8 voluntarios -6 de la citada tercera compañía y 2 de la primera, entre ellos una mujer- resultaran heridos con soda cáustica durante el combate de un incendio en la población Desiderio Guzmán, donde funcionaba un taller de jabones artesanales.

En Canadá se enteraron y averiguaron que los carros y los equipos que llegaron a Lirquén en agosto estaban inutilizables por la mala gestión del ex superintendente Jorge Rivas, que contrató a un agente de aduanas que los asesoró con los peores consejos.

Los actuales oficiales de bomberos admitieron desconocimiento en materia de importación y dijeron acelerar trámites ante la aduana para que Contraloría finalmente visara el uso de los implementos. Pero Aduana salió al paso señalando que ellos jamás impidieron la utilización de los equipos, ya que el agente de los bomberos solicitó un admisión temporal que permite ocuparlos mientras se obtenía la autorización definitiva de Contraloría, que rechazó parte de la documentación inicial.

Una conversación entre los oficiales de Bomberos de Penco con la Aduana allanó el camino y el fin de semana se entregaron los equipos que permitirán, junto a los vehículos, que los bomberos cumplan su abnegada y gratuita labor con mayor seguridad.

Claro que la Superintendencia de Bomberos de la comuna tomó otra decisión errada y cumplió la ceremonia en completo hermetismo, para cerrar el caso fuera de la vista de la prensa, sin permitir informarse a la comunidad.