Corea del Norte anunció este viernes el próximo lanzamiento de un cohete para poner en órbita un satélite de uso civil pero que según Corea del Sur, Japón y Estados Unidos, constituirá un ensayo encubierto de misil balístico, en abierta violación de resoluciones de la ONU.

El régimen comunista de Pyongyang hizo el anuncio exactamente 16 días después de haber aceptado suspender sus ensayos nucleares y de misiles, así como sus actividades de enriquecimiento de uranio, a cambio de 240.000 toneladas de ayuda alimentaria de Estados Unidos.

El lanzamiento se llevará a cabo entre el 12 y 16 de abril, para conmemorar el centenario del nacimiento del fundador del régimen, Kim Il-sung, indicaron la agencia oficial KCNA y la televisión pública norcoreana.

Corea del Norte lanzó en abril de 2009, con la intención declarada de colocar en órbita un satélite de comunicaciones, un cohete que sobrevoló territorio japonés y se estrelló en el Océano Pacífico. Tokio, con el respaldo de Estados Unidos y Corea del Sur, denunció en ese momento una prueba de misil de largo alcance.

Esa reacción llevó a Corea del Norte a abandonar en señal de protesta las negociaciones de desarme nuclear entre seis países (Estados Unidos, Rusia, China, Corea del Norte, Corea del Sur y Japón) y a proceder el mes siguiente a su segundo ensayo nuclear.

El anuncio de este viernes volvió a encender las alarmas regionales y puso en guardia a Estados Unidos, que tiene tropas desplegadas en la península desde la Guerra de Corea (1950-1953).

“El anuncio de Corea del Norte de que planea llevar a cabo un lanzamiento de misiles en abierta violación de sus obligaciones internacionales es sumamente provocador”, afirmó la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en un comunicado.

“Ese lanzamiento de misil pondría en peligro la seguridad regional y estaría en contradicción con el reciente compromiso norcoreano de abstenerse de lanzamientos de misiles de largo alcance”, agregó.

Nuland recordó que “las resoluciones 1718 y 1874 del Consejo de Seguridad de la ONU prohíben de manera clara e inequívoca a Corea del Norte llevar a cabo lanzamientos con tecnología de misiles balísticos”.

Corea del Sur también urgió a su vecino a “detener inmediatamente esta provocación y a acatar sus obligaciones internacionales”, en un comunicado emitido por la cancillería en Seúl.

Japón consideró por su lado que en cualquier caso, “que se trate de un satélite o de un misil balístico”, el anuncio norcoreano “es una violación a resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”.

Y China, principal soporte económico de Corea del Norte, llamó a todas las partes a “desempeñar un papel construcivo” en el mantenimiento de la paz regional.

Corea del Norte y Estados Unidos habían llegado el 29 de febrero a un inesperado acuerdo que preveía la suspensión de lanzamientos de misiles y actividades nucleares por parte de Corea del Norte a cambio de ayuda alimentaria para ese paupérrimo país.

Ese acuerdo había generado expectativas de apaciguamiento de las tensiones regionales tras el ascenso de Kim Jong-un, tercer representante de la “dinastía comunista” de los Kim que dirige Corea del Norte desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

KCNA precisó que el cohete, apodado Kwangmyongsong-3, será un lanzador de tipo Unha-3, de fabricación norcoreana, y que el satélite de observación terrestre que debería poner en órbita será necesario para el desarrollo económico del país.

Aclaró además que la misión seguirá “una órbita de vuelo segura” para que los restos que se desprendan del cohete tras el lanzamiento “no afecten a los países vecinos”.

Los Unha-3 son conocidos fuera de Corea del Norte como Taepodong-3 y tienen en teoría la capacidad de alcanzar territorio estadounidense, según Baek Seung-Joo, especialista del Instituto de Análisis de Defensa de Corea del Sur.