No más tijeras, no más pintura y en definitiva no más bromas pesadas que intimidan en la primera semana en la universidad. Así de claro fueron los estudiantes de la carrera de Derecho de la Universidad Autónoma de Talca, quienes cambiaron todo lo anterior por una muestra de solidaridad que bien vale la pena imitar.

Y es que cerca de sesenta mechones y estudiantes antiguos se dieron cita en el Hospicio, asilo de la capital maulina, para pasar una larga jornada con los abuelitos, muchos de esos abandonados y que simplemente no tienen a nadie que los visite.

Para Camila Rojas, presidenta del Centro de Alumnos de esta carrera, el objetivo es dar una recepción con fines sociales y no denigrante a los alumnos. “Por eso decidimos darle una bienvenida ayudando a un sector de la ciudad que está abandonado como es el Hospicio de Talca”, afirmó.

Ricardo Herrera, director de la Escuela de Derecho, manifestó que los estudiantes cuentan para este tipo de iniciativas con todo el apoyo de la universidad y agradeció que recogieran esta sugerencia de carácter social.

Un inicio de clase distinto y solidario que bien podría ser imitado por otras carreras y universidades para que el ingreso a la universidad no sólo se transforme en una nueva etapa en la vida, sino que también el inicio de un espíritu solidario vital en la formación de los nuevos profesionales maulinos.