Guatemala inició el trámite para que Colombia le entregue al costarricense Alejandro Jiménez, acusado como autor intelectual del ataque en que murió el trovador argentino Facundo Cabral en julio de 2011 y capturado en territorio colombiano, informó este martes el fiscal del caso.

La justicia de Guatemala reclama a Jiménez “por la muerte del señor Cabral y el asesinato de grado de tentativa” del empresario nicaragüense Henry Fariñas, blanco del atentado según las investigaciones y quien resultó herido, afirmó en rueda de prensa el fiscal Ricardo Guzmán.

“Estamos haciendo la solicitud de forma urgente para presentarla a Colombia y Colombia ya está enterada. Guatemala ya lo está reclamando públicamente. Es importante para la justicia guatemalteca y para el mundo que este hecho termine de ser esclarecido”, dijo Guzmán.

El fiscal señaló que Guatemala giró la orden internacional de captura, pero Costa Rica también lo puede requerir debido a que en ese país tiene cargos por lavado de dinero.

“Al tener la noticia oficial, porque nos hemos enterado vía telefónica por la Interpol, Guatemala le requiere al juez contralor la autorización para la extradición y por vía consular se requerirá a Colombia para que lo traslade a Guatemala para enfrentar la justicia guatemalteca”, detalló.

“Después de un lamentable hecho se puede observar que la participación y la integración de todos los países involucrados en la investigación fue la que ayudó no solo a esclarecer el hecho, sino a poder ubicar” a Jiménez pese a que llevaba documentos falsos, consideró.

Las autoridades de Colombia confirmaron este martes la detención de Jiménez (alias ‘El Palidejo’) en Puerto Punta Albita (noroeste, en el Pacífico), adonde había llegado el sábado en la madrugada desde Panamá en una embarcación junto a dos colombianos.

Cabral, de 74 años, fue asesinado el 9 de julio de 2011 en una emboscada mafiosa cuando, junto a Fariñas, se trasladaba en un vehículo de un hotel de la capital guatemalteca hacia el aeropuerto tras haber ofrecido dos conciertos.

El fiscal recordó que, según las investigaciones, el ataque se debió a un conflicto entre Fariñas y Jiménez por la venta de los clubes nocturnos “Elite” en Costa Rica y Nicaragua.

“El conflicto originó que Jiménez contratara los servicios de Elkin Vargas, y éste a su vez contratara los sicarios para darle seguimiento y luego muerte al señor Fariñas”, puntualizó.

Además de Vargas están detenidos otros tres sospechosos de participar en la ejecución material del atentado: Wilfred Stokes, Juan Hernández y Audelino García.