Muchas especies de mamíferos carnívoros perdieron la capacidad de percibir el sabor dulce debido a la evolución de su dieta consistente en comer exclusivamente carne, según un estudio.

Estudios anteriores ya demostraron que los gatos salvajes y domésticos que se alimentan sólo de carne son incapaces de percibir el sabor dulce debido a genes defectuosos.

A partir de esto, científicos del Instituto Monell en Filadelfia (Pensilvania, este) y de la Universidad de Zúrich, Suiza, decidieron investigar si otros mamíferos que se alimentan de carne y pescado tampoco percibían lo dulce.

Para ello estudiaron los genes de los receptores del sabor dulce en 12 especies de mamíferos. Y, para su sorpresa, descubrieron que la percepción de lo dulce había desaparecido en muchas especies carnívoras.

“El sabor dulce se pensaba que era casi un rasgo universal en los animales. Que la evolución haya llevado de forma independiente a perderlo en especies tan diferentes fue muy inesperado”, dijo Gary Beauchamp, autor principal del estudio publicado en la edición online de las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS).

Así, la preservación del receptor del sabor dulce está estrechamente relacionada con los hábitos alimenticios de los animales.

Entre los leones marinos, las focas peleteras, las focas comunes, las nutrias asiáticas o las hienas manchadas, especies exclusivamente carnívoras, los genes que controlan el receptor del sabor dulce eran defectuosos, indicó el estudio.

Por el contrario, este receptor estaba intacto en el lobo terrestre, el oso de anteojos, el mapache y el lobo rojo, todas especies carnívoras que también comen otro tipo de alimentos, especialmente dulces.

Este hallazgo sugiere que la pérdida de la capacidad de percibir lo dulce ocurrió a lo largo de la evolución, mostrando la importancia de las dietas exclusivas en la estructura y función del sistema sensorial de los animales, señalaron los investigadores.

También examinaron los genes de los receptores del sabor dulce y el umami (sabor cárnico) -dos de los cinco sabores básicos-, en dos mamíferos marinos que vivían originalmente en la tierra: los leones marinos y los delfines nariz de botella.

Estos animales fueron elegidos porque tragan la comida, lo que sugiere que el sabor no es importante en la elección de los alimentos.

Como se esperaba, la pérdida de sabor estaba muy extendida en ambos mamíferos. Los genes de la activación de los receptores para el sabor dulce y el sabor umami no funcionaban en ambos. Además, los genes responsables del sabor amargo estaban inactivos en los delfines.

“Este estudio muestra claramente que los receptores del gusto en la cavidad bucal no son necesarios para la supervivencia de algunas especies”, concluyó Peihua Jiang, del Instituto Monell.