El Ejército detuvo el viernes al líder de uno de los cárteles de drogas de más reciente aparición en México, Jalisco Nueva Generación, en los alrededores de Guadalajara en Jalisco, al oeste del país, la segunda ciudad de México, informó en un comunicado la secretaría de la Defensa (Sedena).

En la misma jornada los militares encontraron siete cadáveres -cinco de ellos decapitados-, en una carretera del estado de Tamaulipas, mientras que otras 10 personas fueron asesinadas en el estado de Sinaloa, en distintos hechos.

“Se logró detener a Erick Valencia Salazar, alias ‘El 85′, considerado el líder de la estructura del grupo criminal ‘Cartel de Jalisco Nueva Generación’ y a su lugarteniente, segundo en importancia en dicho cártel”, dijo la Sedena.

‘Jalisco Nueva Generación’ surgió tras el abatimiento el 30 de julio de 2010 de Ignacio “Nacho” Coronel, uno de los capos del poderoso cártel de Sinaloa, fundado por el capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, considerado el delincuente más poderoso del mundo, según la revista estadounidense Forbes.

“Sin duda es un fuerte golpe” al narcotráfico la captura de Valencia, dijo a la AFP, Raúl Benítez, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Al momento de la detención de Valencia junto con su mano derecha -del que no se ha dado datos-, “se les aseguraron más de 30 armas largas, granadas de fragmentación, cargadores y cartuchos de diversos calibres”, añadió la secretaría de la Defensa en un comunicado.

Las capturas fueron resultado de un operativo militar en el municipio de Zapopan, vecino de Guadalajara (a 550 km de la capital mexicana), en el que se detuvo a 16 personas y se desató una balacera y posteriores bloqueos con camiones y tráileres incendiados en la zona, informó el Ejército.

Los narcotraficantes mexicanos suelen organizar bloqueos con automóviles, obligando a punta de pistola a sus conductores, en avenidas principales para huir de los operativos.

El cartel de ‘Jalisco Nueva Generación’, según autoridades, está detrás de los ‘Matazetas’, señalados como autores del asesinato de 35 personas cuyos cadáveres fueron dejados el 20 de septiembre de 2011 en dos camionetas en una concurrida vía de la zona metropolitana del puerto de Veracruz, sobre el Golfo de México.

Por otro lado, en una carretera del municipio de Valle Hermoso de Tamaulipas (Golfo de México), los militares encontraron siete cadáveres, cinco de ellos decapitados, mientras que otras 10 personas fueron asesinadas en el estado de Sinaloa, en distintos hechos, informaron autoridades.

En el otro extremo del país, en Sinaloa (Pacífico, noroeste), la policía reportó que diez personas fueron asesinadas en distintos hechos.

Por otra parte, en la ciudad de Monterrey (a 950 km al norte de la capital mexicana) dos sujetos irrumpieron en una discoteca y arrojaron una granada, provocando la muerte de dos personas y un herido, reportaron autoridades de ese distrito, polo industrial de México.

La jornada fue culminada con la distribución por parte del cártel Los Caballeros Templarios de panfletos en casas particulares de Michoacán (oeste) por su ‘primer aniversario’ en los que invitan a la población a festejar con “fiestas y convivios”.

Los Caballeros Templarios son una escisión del sanguinario cártel La Familia, ambos adoctrinan a sus integrantes con mensajes que mezclan textos de la Biblia y libros de autoayuda.

“Hoy es día de festejo, hoy es el día de Los Caballeros Templarios, todos señores y amigos hagamos esto en grande, hagamos fiestas y convivíos en todas las partes de Michoacán”, dicen los panfletos.

Los Caballeros Templarios entraron en pugna con el cartel de La Familia tras la muerte en diciembre de 2010 de uno de los fundadores de la organización, Nazario Moreno.

Las pugnas entre los cárteles de drogas de México, aunados a los operativos policiales, han dejado un saldo de al menos 50.000 muertos en los últimos cinco años, según conteos de prensa.