Llevar adelante las finanzas del hogar no es tarea fácil. Con gastos cada vez mayores, sueldos que no se reajustan como quisiéramos y por supuesto, los fatídicos imprevistos, el no ser previsor puede llevarnos inexorablemente al desastre económico.

Sin embargo existen ciertos preceptos básicos que podemos usar como referencia para saber si estamos distribuyendo correctamente nuestro presupuesto y tomas las acciones correctivas antes de que sea demasiado tarde. Según el sitio de asesoría financiera The Frugal Toad, lo principal es tener control sobre nuestra capacidad de ahorro y, sobre todo, de nuestras deudas.

Toma en cuenta los siguientes 4 factores:

1. AHORRO: Tu ahorro debería estar entre el 10% y el 20% de tu sueldo mensual. Es decir, si ganas 400 mil pesos, deberías reservar entre 40 a 80 mil pesos para tu fondo personal. Por desgracia, los bajos sueldos de muchas personas no les permiten prescindir del 10% de su ingreso.

Es más: hacia 1992 en EEUU, la mayoría de las personas promediaba un 7.2% de ahorro. Sin embargo, la crisis actual ha reducido esta tasa a meros 4.5% de sus ingresos.

2. CONSUMO: Está compuesta por las deudas de tarjetas de crédito, tarjetas de tiendas y créditos automotrices. Sumados, estos no deberían exceder el 20% de los ingresos, pero en Chile estos gastos pueden alcanzar el 60% de las ganancias de una familia, sobre todo las más pobres.

3. VIVIENDA: Ya sea que estés pagando arriendo o el dividendo de tu casa propia, no debería ser superior al 28% de tus ingresos mensuales.

4. PRÉSTAMOS: Cualquier crédito no considerado en las categorías anteriores, como en salud, educación o mejoras para tu vivienda, no deberían representar más del 36% de tus ingresos netos.

¿Estás excedido en estos márgenes? No pierdas la esperanza. Es hora de ordenarse y ponerse creativo para decidir cómo aumentar tus ingresos, al tiempo que intentas recortar tus gastos. Considera los siguientes consejos:

- ¿Tienes posibilidad de ascender o mejorar la situación de tu actual empleo? Si accedes a capacitaciones o demuestras tus habilidades, puedes tener la opción de ser promovido y lograr un mejor salario. Mantén buenas relaciones con tu jefe y tus compañeros de trabajo a fin de estar bien considerado cuando surja la oportunidad.

- Piensa en qué otras capacidades posees que puedan reportarte dinero. Un pasatiempo como la fotografía o la música podrían convertirse en trabajos de media jornada o de fin de semana.

- Haz un inventario de tus gastos, ordena tus prioridades y anota cuáles pueden eliminarse o reducirse. Comienza por los más simples de lograr -como cambiar las bebidas gaseosas por jugo en polvo en el supermercado- y motiva a tu familia para que siga el ejemplo. Lo principal es ser ordenado y tener metas realistas.

- Reprograma tus créditos a largo plazo. Por ejemplo, si vas a quedarte en tu hogar actual por más de 5 años, puedes pedir una tasa inferior en tu crédito hipotecario. También toma nota de las tarjetas de crédito que ofrecen las tasas de interés más bajo.

- Si tienes hijos jóvenes, preocúpate de que asuman sus gastos. Si le regalaste o compró su propio auto, lo justo es que él pague la bencina, seguro y otros gastos asociados.