Tomar Malvinas representaría “un mayor desafío” para Argentina ahora que en 1982, cuando las tropas de la nación sudamericana desembarcaron en las islas desatando una corta pero sangrienta guerra entre los dos países, estimó el miércoles en Londres un analista del IISS.

“La posición entre Argentina y el Reino Unido es muy diferente de la de hace 30 años tanto política como militarmente (…) Militarmente, las islas están mejor defendidas y supondría sin duda un mayor desafío para Argentina tomarlas”, estimó Christian Le Mière en la presentación a la prensa del balance estratégico anual del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).

Cuando las tropas de la dictadura militar que gobernaba entonces argentina se apoderaron, el 2 de abril de 1982, del archipiélago bajo dominación británica desde 1833, el Reino Unido tenía apenas un pequeño contingente de Royal Marines.

Treinta años después, Londres tiene más de un millar de soldados desplegados en las islas y “al menos tres buques” en el Atlántico Sur, señaló el experto del instituto en fuerzas navales.

El balance militar 2012 se presentó en medio de una nueva escalada de tensión entre Argentina y el Reino Unido por la soberanía de las islas al acercarse el 30 aniversario del conflicto, que ha desatado todo tipo de especulaciones a pesar de que el gobierno argentino insiste en su intención de resolver la disputa por la vía diplomática.

Interrogado sobre si teóricamente podría repetirse la situación de hace 30 años, Le Mière no descartó que una campaña argentina bien coordinada para tomar las islas denominadas Falklands por los británicos pudiera llegar a ser exitosa, aunque según él “pondría sin duda mucho más a prueba a las fuerzas argentinas”.

Pero declinó especular sobre, llegado ese hipotético caso, si el Reino Unido podría volver a recuperarlas, como hace 30 años cuando la entonces primera ministra Margaret Thatcher envió una fuerza naval con esa misión.

“Dependería de lo que se asignara a la campaña, dependería de lo que Argentina tuviera en las islas”, opinó el experto.

A principios de semana, el comandante de las fuerzas terrestres británicas durante la guerra de 1982, el general Julian Thompson, opinó en el diario The Times que como el Reino Unido carece ahora de un portaaviones perdería las Malvinas si Argentina se apoderara de la única base aérea del archipiélago.

El último portaaviones británico, el “HMS Ark Royal”, fue retirado del servicio en diciembre de 2010, a la espera de la construcción de dos nuevos, el primero de los cuales debería entrar en funcionamiento en 2020.

“No tener un portaaviones priva al Reino Unido de capacidades de ataque que son útiles en muchas situaciones diferentes”, estimó el experto del IISS. En cualquier campaña, restaría opciones, “pero eso no querría decir que la campaña no pudiera ser exitosa”, agregó Le Mière.

La tensión anglo-argentina se agudizó al aproximarse el aniversario de esa guerra que culminó el 14 de junio con la rendición de las tropas de la nación sudamericana, dejando un saldo de 649 argentinos y 255 británicos muertos.

El gobierno de la presidenta argentina Cristina Kirchner ha intensificado la presión adoptando medidas para tratar de forzar al Reino Unido a negociar sobre la soberanía de las islas. Londres, que denuncia una “política de confrontación”, hasta ahora siempre se ha opuesto a un diálogo.

Argentina denunció recientemente ante la ONU una “militarización” del Atlántico Sur por parte del Reino Unido tras el anuncio del envío de un moderno destructor a la zona y el despliegue del príncipe Guillermo en Malvinas para una misión como piloto de helicópteros de búsqueda y rescate.