La aerolínea LAN, que se halla en fase de fusión con la brasileña Tam para formar la mayor línea aérea de América Latina, LATAM, realizó con éxito este miércoles su primer vuelo comercial con biocombustible fabricado con residuos de aceite vegetal refinado.

El vuelo, entre Santiago y Concepción, cubrió una distancia de 500 kilómetros y se realizó en un avión Airbus A320, con motores CFM56-5B, informó la compañía.

El combustible utilizado en el vuelo “provino de residuos de aceite vegetal refinado y cumple con los más estrictos estándares técnicos requeridos para volar”, según LAN.

“Este vuelo representa un paso clave hacia el futuro de la industria. En LAN apuntamos al desarrollo de biocombustibles sostenibles para la aviación comercial que tengan un alto potencial de producción en Sudamérica”, señaló el gerente general de LAN, Ignacio Cueto.

Según la empresa, “los biocombustibles utilizados en este tipo de vuelos pueden ser obtenidos de plantas tales como algas, jatropha, halófitos y camelina, o residuos orgánicos como los aceites vegetales, que pueden ser procesados, quemarse directamente o ser convertidos por procesos químicos para hacer un combustible de alta calidad”.

Su producción no compite con las fuentes de alimentación ni con recursos básicos destinados a la alimentación, pero es más cara que la de los combustibles tradicionales, explicó.

Para la aviación, el biocombustible “tiene las mismas características que el combustible regularmente utilizado en los vuelos”, agregó LAN en la nota de prensa.

Según Lan, este tipo de carburante permite emisiones menores de CO2 a la atmósfera si se compara con combustibles tradicionales.

“El combustible tradicional para la aviación procede del petróleo y al utilizarlo en el avión se libera CO2. En el caso de utilizar biocombustible, el CO2 liberado es casi el mismo que fue capturado por un cultivo vegetal durante su crecimiento, con lo que no hay emisión adicional de CO2 a la atmósfera”, argumentó el gerente de Medio Ambiente de LAN, Enrique Guzmán.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, en inglés) fomenta la utilización de los biocombustibles y proyectó como meta hacia 2015 que el 1% de los vuelos sea operado en base a estos productos y un 5% hacia 2020.

De acuerdo a IATA, vuelos de prueba con biocombustibles se han llevado a cabo ya por siete aerolíneas, entre ellas la alemana Lufthansa y la holandesa KLM.

En América Latina, la empresa mexicana Interjet realizó con éxito en julio del año 2011 el que es considerado el primer vuelo con biocombustible en Latinoamérica, cubriendo la ruta Ciudad de México-Tuxtla Gutiérrez, capital del sureño estado de Chiapas.