El juicio en apelación del accidente del avión Concorde de Air France, que causó 113 muertos hace cerca de doce años y cuya responsabilidad fue atribuida en primera instancia a la compañía Continental Airlines, se inicia el jueves en Versalles (periferia de París).

Seis acusados, entre ellos la compañía norteamericana, comparecen en este nuevo proceso por el accidente ocurrido el 15 de julio de 2000 en Gonesse, cerca del aeropuerto de París-Roissy.

El proceso durará hasta el 9 de mayo salvo si es suspendido a raíz de un recurso constitucional o del pedido de postergación presentado por los abogados de los acusados franceses, entre ellos varios expertos del programa Concorde.

El avión supersónico, que fue durante años símbolo de la alta tecnología francesa, se estrelló pocos minutos después de despegar de Roissy.

El 6 de diciembre de 2010, un tribunal correccional consideró que un DC-10 de Continental Airlines provocó el accidente al perder una pieza de unos 40 centímetros en la pista de la que despegó el Concorde.

La justicia consideró que el Concorde de Air France rodó sobre esa pieza, lo que provocó el estallido de un neumático y la perforación de un depósito de combustible.

Continental fue condenada a una multa de 200.000 euros y a pagar un millón de euros en concepto de daños y perjuicios a Air France. Uno de los empleados de la firma norteamericana fue condenado a 15 meses de prisión condicional por haber fijado mal la pieza. Tres expertos de la aeronáutica francesa fueron absueltos.