Por lo menos 37 personas murieron en un alud en el norte de Afganistán y varias decenas podrían encontrarse sepultadas bajo la nieve, anunciaron el martes las autoridades locales.

El alud, provocado por un aumento de la temperatura después de varios días de fuertes nevadas, cubrió el lunes al anochecer una aldea del distrito de Shekay, en las montañas de Badakshan, declaró a la AFP Abdul Rauf Rasej, el portavoz de dicha provincia.

“Treinta y siete cadáveres, entre los cuales había mujeres y niños, fueron encontrados hasta ahora en la nieve”, explicó Rasej, agregando que temía que los cuerpos de decenas de habitantes de la aldea hubieran quedado enterrados bajo el alud.

A pesar de los miles de millones de dólares de ayuda internacional que todos los años llegan a Afganistán, devastado por 30 años de guerra –que en la última década enfrentó a las fuerzas progubernamentales, apoyadas por las tropas de la OTAN, contra los insurgentes liderados por los talibanes– este país sigue siendo uno de los más pobres del mundo.