La última encuesta Adimark arrojó pobres resultados para el gobierno y la gestión presidencial. Nuevamente la figura de Sebastián Piñera sólo aglutina un 33% de aprobación y el ejecutivo decae en su medición, logrando un 31% de respaldo.

Cuando este nuevo sondeo aún es digerido por la opinión pública, cabe preguntarse si el gobierno y la clase política en general funcionan a partir de los resultados de las encuestas. ¿Todo se puede reducir a números?

La gestión de Sebastián Piñera se ha visto marcada por las cifras y los informes periódicos, y cuando éstos no acompañan, lógicamente surge el escepticismo frente a la posibilidad de la continuidad de la derecha en el mando.

El comentario es de Tomás Mosciatti: