El juicio contra el ex primer ministro de Islandia, Geir Haarde, para determinar su responsabilidad en el colapso del sector bancario en 2008 que sumió al país nórdico en una grave crisis, se inició este lunes en Reikiavik, donde es juzgado por un tribunal especial.

“Rechazo todas las acusaciones y creo que carecen de fundamento”, aseguró Haarde, de 60 años, al iniciarse el proceso.

El ex primer ministro alegó además ante el tribunal que “es la primera vez” que tiene la posibilidad de responder a las acusaciones en este caso. “Sólo desde la perspectiva” del tiempo transcurrido “se puede decir que las cosas no ocurrieron como debieron ocurrir”, aseguró.

Haarde, entonces jefe del Partido de la Independencia (derecha) en el poder desde mediados de 2006, era uno de los cuatro responsables políticos considerados culpables del derrumbe de un sector bancario hipertrofiado, según un informe de expertos publicado en 2010 sobre la crisis financiera islandesa.

En el momento de su implosión, los principales bancos del país poseían en total unos activos equivalentes al 923% del PIB.

En septiembre de 2010, el Parlamento consideró sin embargo que Haarde era el único que debía ser juzgado por esta crisis, incluida la quiebra del banco en línea Icesave, que generó una disputa diplomática entre Reikiavik por un lado, y Reino Unido y Holanda por el otro.

El informe reprocha a Haarde haber soterrado en la primavera boreal de 2008 informaciones según las cuales el país se encaminaba hacia una grave crisis financiera.

La Landsdomur, única corte habilitada para juzgar a ministros o ex ministros, y que nunca había sido convocada hasta ahora, decidió descartar en octubre pasado dos de los seis cargos contra el ex jefe de gobierno, incluido el más importante, el de “grave negligencia”.

Si es reconocido culpable, Haarde puede ser condenado hasta a dos años de prisión, según la misma fuente.

La implosión de los bancos hundió a Islandia en una profunda recesión que requirió la intervención del FMI, con un préstamo de 2.100 millones de dólares, La corona islandesa fue devaluada, aunque ahora el país recuperó el crecimiento y su PIB debe crecer este año 3,1%, según la agencia nacional de estadísticas.