Los habitantes de Wukan, el pueblo del sur de China que se hizo célebre tras una rebelión contra sus corruptos dirigentes comunistas, votó el sábado en unos comicios municipales emblemáticos para todos aquellos que reclaman un poco de democracia en el país del partido único.

Con el aval de las autoridades comunistas, este pueblo costero de la provincia de Cantón ha podido organizar unos comicios abiertos durante los cuales los electores han elegido libremente a los miembros de su comité local.

Los 13.000 habitantes de Wukan entraron en rebelión en diciembre pasado, exasperados por las confiscaciones de tierras continuas desde hacía años.

A pesar de la censura, este levantamiento fue muy seguido en los microblogs en China y el pueblo de pescadores rápidamente se convirtió en el símbolo de la aspiración democrática en China, país dirigido desde hace seis décadas con mano firme por el Partido Comunista.

Los habitantes expulsaron a los dirigentes comunistas acusados de haber confiscado las tierras para venderlas a promotores, antes de que se desatara la represión. El pueblo se vio sometido a un bloqueo y los líderes de la rebelión fueron detenidos. Uno de ellos murió en la cárcel.

Sin embargo, el gobierno de la provincia de Cantón finalmente cedió y permitió a los habitantes organizar esta singular elección, cuya primera etapa tuvo lugar el 11 de febrero.

Entonces los habitantes eligieron a unos cien representantes, que a su vez debían presentar candidatos para la elección, este sábado 3 de marzo, de los siete miembros del comité que gobernará el pueblo.

A la espera de la elección, uno de los líderes de la revuelta, Lin Zuluan, fue nombrado jefe del Partido Comunista para Wukan, sucediendo a un empresario que ocupó el puesto durante 42 años.

China, un Estado dotado de un sistema de partido único en el que los dirigentes no son electos por el pueblo, permite a los habitantes de las pequeñas localidades votar a nivel municipal para elegir un comité de gobierno. Pero, en general, los candidatos son presentados por el Partido, sin oposición. Y cuando hay varios candidatos, los fraudes son frecuentes.

En Wukan, los habitantes tuvieron unas elecciones con un aspecto mucho más democrático: debían elegir a siete candidatos entre los 21 que se presentaban.

Reinaba en el pueblo un ambiente de carnaval. Las madres llegaban a votar con sus bebés en brazos y las personas mayores no querían tampoco perder la oportunidad de votar.

Los habitantes formaban largas filas de espera ante los cabinas electorales instaladas en el patio de una escuela, para escribir los siete nombres en un boletín e introducirlo en una urna metálica, observaron los periodistas de la AFP.

“Nos han dejado tener una elección democrática, estoy tan contento”, exultaba Zhang Bingchang, un habitante que esperaba su turno.

Los resultados debían ser anunciados el sábado poco después del final de la votación.

“Es la primera vez que voto y no entiendo todo el proceso”, decía otro, Huang Delian. “Pero espero que ellos (el comité) harán esfuerzos por resolver el problema de las tierras y de la corrupción”.

Para tranquilizar a los habitantes sobre la regularidad del voto, los organizadores exhibieron una urna vacía antes del inicio de las operaciones y, por megáfono, les prometieron que el proceso sería “equitativo y transparente”.

Pese al visto bueno de las autoridades comunistas, los policías vigilaban el sábado las operaciones.

Xue Jianwan, hija del líder asesinado durante la revuelta, Xue Jinbo, y candidata en las elecciones, dijo a la prensa que su jefe le advirtió que si se presentaba “debía dimitir” de su puesto de profesora.