Los rebeldes de Baba Amr, un barrio de la ciudad de Homs sitiado desde hace un mes por las tropas sirias, resistían férreamente el jueves mientras la oposición intentaba organizar el suministro de armas y la ONU pedía un “acceso libre” para las agencias humanitarias.

Casi un año después de que estalló una revuelta que inicialmente era pacífica, la oposición, incapaz de derrocar al régimen de Bashar al Asad con sus manifestaciones, anunció finalmente el jueves la creación de un “buró militar”, reconociendo “la importancia de controlar la resistencia armada en Siria”.

En las últimas 24 horas, los combates entre el ejército regular y el Ejército Sirio Libre (ESL), integrado mayoritariamente por desertores, se desarrollan en los alrededores de Baba Amr, el barrio que resiste con mayor tenacidad en la ciudad de Homs, a pesar de bombardeos incesantes durante los últimos 27 días.

“El ESL logró detener el intento de asalto contra Baba Amr, sigue resistiendo”, declaró a la AFP Hadi Abdalá, un militante local de la Comisión General de la Revolución Siria.

“Los combates entre desertores y el ejército siguen desarrollándose en los límites del barrio de Baba Amr, no en el interior”, dijo por su parte a la AFP Rami Abdel Rahman, el jefe del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, mientras la nieve caía en Homs (centro de Siria).

El jefe del ESL, el coronel Riad Asad, había afirmado a la AFP que los rebeldes tenían armas livianas y medianas, frente a la artillería pesada del ejército regular.

Sin embargo, el ESL comenzará a recibir más armas luego de la decisión del Consejo Nacional Sirio (CNS), el principal movimiento de la oposición, de organizar las entregas de armas a los insurgentes a través de una oficina militar recién creada.

“Vamos a determinar nuestras demandas, nuestras necesidades de armas, y se verá en qué país buscarlas. Se trata de defender a los civiles, y no de lanzar la guerra”, declaró en París el presidente del CNS, Burhamn Ghaliun.

Le buró militar reunirá al ESL y a otro comité creado por un general desertor, según Ghaliun, afirmando que Riad Asad y el general Mustafá al Sheij, jefe de un “Consejo Militar Revolucionario Superior”, “están de acuerdo para participar en esta instancia”.

La idea de armar a la oposición, a la cual Estados Unidos se muestra reticente por temor a que Al Qaida aproveche la violencia, recibe cada vez más apoyo.

El Parlamento de Kuwait adoptó el jueves una resolución no vinculante para el gobierno llamando a armar a la oposición siria y a romper las relaciones diplomáticas con Damasco. El primer ministro de Catar, Hamed ben Jasem al Thani, que el lunes dijo ser favorable a las entregas de armas, afirmó el jueves que su país estaba dispuesto a estudiar “todas las opciones” para salvar al pueblo sirio.

Gran Bretaña retiró a todo su personal diplomático de Siria y suspendió el funcionamiento de su embajada “por motivos de seguridad”, incrementando el aislamiento del régimen, que ignora todos los pedidos para que ponga fin a su represión.

Ante la violencia que ha costado a vida a más de 7.600 personas desde marzo de 2011 y la grave crisis humanitaria, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó una resolución condenando una vez más las “violaciones cada vez más graves de los derechos humanos” en Siria y pidiendo al régimen de Bashar al Asad que autorice un “acceso sin obstáculos” a las Naciones Unidas y las agencias humanitarias.

El régimen, que según la ONU negó a la responsable de las operaciones humanitarias, Valerie Amos, la autorización de entrar a Siria para evaluar la situación humanitaria en ese país, se justificó el jueves afirmando que la fecha propuesta no le convenía y que estaba dispuesto a organizar otra cita.

El tiempo también apremia para los dos periodistas franceses, Edith Bouvier y William Daniels, probablemente bloqueados aún en Homs.

Según Ghaliun, Edith Bouvier se encontraba el miércoles “en un lugar protegido”.

Esta periodista independiente que trabaja para el diario francés Le Figaro fue gravemente herida el 22 de febrero en un bombardeo que costó la vida a la reportera norteamericana Marie Colvin y al fotógrafo francés Rémi Ochlik.