Los jugadores de básquetbol y los propietarios de franquicias en la NBA deben respetar a los fanáticos “que trabajan duro” y pocas veces pueden comprar una entrada para ver un partido, afirmó el presidente estadounidense, Barack Obama, durante una entrevista difundida el jueves.

Interrogado sobre el conflicto entre dueños y jugadores que retardó dos meses el inicio de la temporada 2011-2012 en la poderosa Liga, Obama, aficionado y practicante del deporte de los cestos, estimó que “si hay multimillonarios de un lado y millonarios de otro podemos encontrar” los medios para llegar a acuerdos.

“Y lo que es alentador (luego del conflicto) es ver la rapidez con que el deporte se recuperó”, dijo el presidente para evocar luego el fulminante ascenso del base de los Knicks de New York, Jeremy Lin, nueva estrella de la NBA.

“Pero pienso que es muy importante para los atletas profesionales y los propietarios recordar que hay mucha gente que invierte (sus expectativas) en los equipos”, sostuvo Obama en entrevista con un comentarista ligado a la cadena deportiva ESPN.

De acuerdo con el titular de la Casa Blanca, los fanáticos no aprueban los diferendos entre jugadores que ganan millones de dólares y propietarios que perciben cifras “locas”.

“La inmensa mayoría de ellos raramente puede comprar una entrada para presenciar un partido. Todo lo que piden (al mundillo de la NBA), es que el egoismo no exista al punto de no preocuparse por los aficionados”, dijo.