El inhabilitado juez español Baltasar Garzón, uno de los pioneros de la justicia universal, fue ovacionado de pie por senadores y diputados de Argentina en la asamblea que inició las sesiones ordinarias del Congreso.

“El juzgamiento (de Garzón) es una afrenta para la justicia universal que muchos dicen defender, cuando se trata de países que ellos consideran de segunda”, dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su discurso de inauguración de las sesiones a la que asistió el magistrado español.

Fernández de Kirchner le expresó su reconocimiento “en nombre de millones de argentinos, por su defensa de los derechos humanos”, como es el caso de sus investigaciones sobre los crímenes de la dictadura argentina (1976-1983).

El aplauso de más de un minuto de los congresistas hizo que el juez, algo turbado por tan vivo homenaje, tuviese también que ponerse de pie, flanqueado por las dos paladines de los derechos humanos del país, la líder de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y la de Madres, Hebe de Bonafini.

La justicia española acaba de absolver a Garzón de la acusación de infringir la ley de amnistía votada por el Parlamento español en 1977, al abrir una investigación en 2008 sobre las desapariciones de más de 100.000 personas durante la Guerra Civil española (1936-1939) y el franquismo (1939-75).

No obstante, el Garzón, de 56 años, había sido condenado el pasado 9 de febrero a 11 años de inhabilitación por ordenar escuchas entre los presuntos cabecillas de una red corrupta, conocida en España como “trama Gürtel”, que en 2009 salpicó a altos cargos regionales del ahora gobernante Partido Popular.