La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner dio un giro negociador en la áspera relación con Gran Bretaña. Esto al anunciar ante el Congreso que propone aumentar la frecuencia de vuelos a las Malvinas, pero desde Buenos Aires y con servicios de Aerolíneas Argentinas.

Kirchner dijo haber instruido al canciller, Héctor Timerman, para “renegociar los acuerdos” (angloargentinos) firmados en 1998, con el fin de “aumentar a tres” los vuelos semanales que unen el continente americano con el disputado archipiélago.

“Pero que partan (los vuelos) desde territorio continental, desde Buenos Aires, con nuestra línea de bandera (Aerolíneas Argentinas)”, enfatizó Kirchner al inaugurar las sesiones legislativas.

Los vuelos actuales a Malvinas salen desde Santiago de Chile -tal como está establecido en los acuerdos- a bordo de la firma LAN. Sin embargo, hay sólo un vuelo por semana, a pesar de que los acuerdos de 1998 establecían dos vuelos, dijeron fuentes aeronáuticas consultadas por AFP.

Otros seis vuelos mensuales llegan desde el Reino Unido, recordaron fuentes diplomáticas.

El anuncio fue sorpresivo, ya que los habitantes británicos de Malvinas temían que los vuelos fueran interrumpidos por Argentina, en el marco de una creciente tensión diplomática entre Londres y Buenos Aires.

Un mes antes de cumplirse el 30º aniversario de la guerra ganada por el Reino Unido para conservar la posesión del archipiélago, Argentina impidió esta semana a dos cruceros turísticos desembarcar en un puerto austral, y luego recomendó a una veintena de empresas dejar de comprar productos británicos.

El Reino Unido protestó enérgicamente por ambos hechos y transmitió su preocupación a la Unión Europea (UE).

Después de las protestas, Buenos Aires había propuesto este miércoles que la UE y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) analicen el conflicto de soberanía y que inviten a ambas partes a dialogar.

La reacción de la UE fue comunicar que iniciará “los procedimientos diplomáticos apropiados, con el fin de aclarar las preocupaciones comerciales legítimas”, dijo a la AFP el portavoz de la Comisión Europea para el Comercio, John Clancy.

El conflicto había escalado este martes, cuando Fernández de Krichner ordenó recomendar a una veintena de empresas de gran porte que dejen de comprar insumos y mercancías en el Reino Unido.

La respuesta de Londres fue convocar al encargado de negocios de Argentina para pedir explicaciones por este intento de bloquear exportaciones británicas y por el incidente del lunes con dos cruceros que no pudieron atracar en el puerto austral de Ushuaia.

El archipiélago está en poder del Reino Unido desde 1833, cuando sus tropas expulsaron a las autoridades argentinas e instalaron una colonia que actualmente alberga a casi 3.000 británicos.

La tensión comenzó a crecer este año a medida que se aproxima el 30º aniversario del 2 de abril de 1982, en cuya madrugada la dictadura argentina del general Leopoldo Galtieri invadió y reconquistó las islas.

Las tropas despachadas por Galtieri se rindieron 74 días después a una fuerza británica enviada por la entonces primera ministra, Margaret Thatcher, quien ganó en popularidad a merced de la victoria.

Las batallas terrestres y navales dejaron un saldo de 649 argentinos y 255 británicos muertos.