Una madre británica describió el martes su conmoción al enterarse de que el crucero “Costa Allegra” en el que trabaja su hija estaba a la deriva en el Océano Índico, pocas semanas después de que su hijo sobreviviera al naufragio del “Costa Concordia” en el Mediterráneo.

“Nunca pensé que esto le podría pasar otra vez a mi hija. Creía que era algo excepcional y nunca tendríamos que volver a vivir esta experiencia”, declaró Jayne Thomas en una entrevista con la cadena de televisión BBC.

“De todos los barcos que navegan por el mar, los dos que tuvieron problemas en las últimas semanas fueron los dos en los que estaban mis hijos”, agregó.

Los dos jóvenes, James y Rebecca, están empleados por la compañía Costa Crociere, propietaria de los dos barcos, como bailarines.

Rebecca iba en el “Costa Allegra”, el barco que tras un incendio en su sala de máquinas quedó el lunes a la deriva con más de 1.000 personas a bordo en una zona del Índico donde operan los piratas y que estaba siendo remolcado hacia las Seychelles.

James sobrevivió por su parte al naufragio del “Costa Concordia”, que el 13 de enero causó la muerte de 32 personas frente a la isla italiana del Giglio.

Jayne Thomas dijo a la BBC que su hijo “no quiere regresar por el momento”. “No estoy segura de Rebecca, lo sabremos cuando vuelva a casa”, concluyó.