El saldo de víctimas de la represión en Siria es de “mucho más de 7.500 muertos”, declaró este martes un alto funcionario de la ONU.

Lynn Pascoe, secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, admitió no obstante ante el Consejo de Seguridad que las Naciones Unidas no podían “dar cifras precisas” del número de fallecidos durante las manifestaciones opositoras en Siria.

“Ahora hay informes confiables de que la cifra de muertos excede los 100 civiles por día, incluyendo muchas mujeres y niños. El total estaría efectivamente sobre los 7.500″, sostuvo el funcionario.

Pascoe dijo que el fracaso de la comunidad internacional para “detener la masacre” alentaba al gobierno sirio a creer que podía actuar con “impunidad”.

Observadores sirios de derechos humanos han afirmado que más de 7.600 personas han muerto en los últimos 11 meses, pero esta es la mayor cifra dada hasta ahora por Naciones Unidas.

Pascoe dijo que la respuesta con tanques y bombardeos a las protestas era “una reminiscencia de la masacre de Hama perpetrada por el gobierno sirio en 1982″, ordenada por el padre del presidente, Hafez, y en la que murieron al parecer decenas de miles de personas.

“Desafortunadamente, la comunidad internacional fracasó en su obligación de detener la masacre y las acciones e inacciones al día de hoy parecen haber fomentado en el régimen la creencia de que tenía impunidad para llevar a cabo la destrucción sin sentido de sus ciudadanos”, dijo Pascoe en una conferencia sobre Medio Oriente ante el Consejo de Seguridad.

Unos 25.000 refugiados, según registros de la ONU, se encuentran en países limítrofes de Siria y entre 100.000 y 200.000 son desplazados internos, añadió Pascoe.

Desde enero pasado las Naciones Unidas ya no difunden balances precisos de la represión en Siria al carecer de informaciones fidedignas provenientes del terreno.

El secretario general de la ONU Ban Ki-moon aspira a despachar a Siria lo más rápidamente posible a su encargada de asuntos humanitarios, Valerie Amos, para evaluar la situación, pero no ha obtenido aún el visto bueno de Damasco.

Pascoe anunció que Kofi Annan, nuevo enviado de la ONU y de la Liga Árabe a Siria, se reunirá el miércoles en Nueva York con Ban.

La cancillería francesa indicó el martes que un nuevo proyecto de resolución que dispone un cese al fuego humanitario en Siria fue remitido al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y que las discusiones al respecto podrían abrirse este mismo martes, según dijo el portavoz del ministerio Bernard Valero.

Hasta ahora, China y Rusia han bloqueado todos los intentos de los países occidentales y árabes para que el Consejo adopte resoluciones de condena a la represión en Siria.

El canciller francés Alain Juppé lanzó el martes un llamado a Pekín y Moscú para que no interpongan un nuevo veto a una resolución de ese tipo.

El jueves, otra instancia de la ONU, el Consejo de los Derechos Humanos, debe expedirse en Ginebra sobre otra propuesta para exigir a Siria un acceso “irrestricto” a su territorio a las agencias humanitarias.

Incluso el vicecanciller ruso Guennadi Gatilov consideró “importante que el gobierno sirio coopere con el CICR” (Comité internacional de la Cruz Roja), mientras un representante chino, Qi Xiao Xia, estimó que “una asistencia humanitaria debe ser brindada al pueblo sirio”.