El chino Wang Shu ganó el premio Prizker de arquitectura, el mayor honor dentro de la profesión, en reconocimiento a sus esfuerzos por diseñar edificios “atemporales” en una nación que ve rápidos cambios, anunció el martes en Los Ángeles la fundación que otorga el galardón.

Wang, de 48 años y cuyo taller con el modesto nombre de Estudio Aficionado de Arquitectura tiene sede en la ciudad de Hangzhou en el este de China, es el segundo arquitecto de su país que gana el Pritzker después de I.M. Pei en 1983.

“La obra de Wang Shu, vista en profundidad por los jurados durante una visita a China, no deja dudas de que estamos ante el trabajo de un maestro”, dijo el presidente del jurado y promotor inmobiliario británico Peter Palumbo.

Agregó que los nueve jurados, entre ellos los ganadores de otras ediciones Zaha Hadid y Glenn Murcutt, decidieron unánimente darle el Pritzker a Wang y catapultarlo con ello a la élite mundial de su industria.

El premio, dotado con 100.000 dóalres, será entregado formalmente a Wang en Pekín el 25 de mayo.

“Es realmente una gran sorpresa”, dijo Wang en un comunicado divulgado por la Fundación Hyatt en Los Ángeles, que administra el premio conocido como “el Nobel de la arquitectura”.

“Me siento tremendamente honrado. Me hizo darme cuenta repentinamente de que he hecho muchas cosas en la última década y es prueba de que la persistencia y el trabajo duro y honesto generan resultados positivos”.

Egresado del Instituto de Tecnología de Nanjing, Wang asumió su primer proyecto -un centro social para los jóvenes- en 1990.

Su primer compromiso importante, la biblioteca de una universidad de Suzhou en el año 2000, le mereció un premio nacional. A ese trabajo siguieron museos de arte e historia en Ningbo, secciones de la academia china de arte en Hangzhou y un edificio de apartamentos.

Su afición por combinar lo nuevo con lo viejo, así como su pasión por la sostenibilidad medioambiental, lo hizo rescatar más de dos millones de tejas de residencias traducionales demolidas para los techos de la escuela de arte de Hangzhou.

“Como ocurre con la buena arquitectura, el trabajo de Wang Shu es capaz de trascender el debate y producir estructuras atemporales, profundamente arraigadas en su contexto y aún así universales”, indicó Palumbo.

Otros galardonados con el premio Pritzker han sido Norman Foster, Renzo Piano y Richard Rogers. El año pasado, el honor fue para el portugués Eduardo Souto de Moura.