El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, viaja el viernes a Cuba para tratar a inicios de la próxima semana una “formación” en la misma zona donde le detectaron un cáncer el año pasado, que según reconoció el jueves tiene más probabilidad de ser “maligna” que de no serlo.

Sobre esta nueva “formación” de 2 cm de diámetro “nadie puede decir en este momento que es otro tumor maligno”, pero “la probabilidad de que sea maligno es superior a la probabilidad de que no lo sea”, aseguró Chávez en un acto con partidarios en un teatro de Caracas transmitido en cadena de radio y TV.

“Ojalá que no lo sea, pero la probabilidad existe” y “hay que prepararse para lo que sea”, añadió.

“Dentro de pocas horas sabremos la verdad y actuaremos”, afirmó, llamando a sus partidarios a tener “seguridad” de que los va “a guiar desde las peores dificultades a una nueva victoria el 7 de octubre”, cuando se realizarán presidenciales en las que quiere ser reelecto.

Chávez había dicho más temprano durante un consejo de ministros que el viernes viaja a La Habana donde primero debe someterse “a exámenes de preparación” para la “intervención quirúrgica que será los primeros días de la próxima semana, lunes o martes”.

El mandatario, único autorizado para hablar de su cáncer –del que en octubre aseguró estar recuperado– informó que se lleva con él a un grupo de funcionarios “para estar en contacto permanente” con el país desde Cuba, donde estará “durante varios días”, aunque espera que “no sean muchos”.

De hecho, el Parlamento le dio el mismo jueves la autorización formal para viajar por un periodo superior a cinco días para someterse a una nueva cirugía “impostergable”.

Hasta ahora Chávez no ha precisado dónde exactamente le detectaron el tumor el año pasado ni qué tipo de cáncer contrajo.

El martes anunció que debería pasar nuevamente por el quirófano tras habérsele detectado una “lesión” -como la llamó él- en la misma zona donde le extrajeron el tumor en junio de 2011 en La Habana.