Conmocionada está una familia de Quilleco que perdió su único bien y fuente de trabajo, luego que desconocidos les robaran una yunta de bueyes, los que fueron descuartizados en un camino rural del sector El Guindo.

María Isabel Parada explicó que su hermano Luis y su madre de 93 años viven en una hijuela, apartada de la zona urbana, terreno que el invierno pasado se vio afectado por las nevazones.

Allí su única forma de desplazamiento, de trabajar la tierra y de acarrear leña era gracias a estos dos animales, único bien con que contaban y que les fue arrebatado, ya que a metros de su casa sólo encontraron vísceras y huesos.

La afectada explicó que este tipo de hechos se han repetido en los sectores aledaños a su vivienda, ya que la delincuencia se ha trasladado de la ciudad al campo afectando también a quienes residen en sectores rurales.

Ahora la preocupación de la familia Parada Castillo es dar una explicación a su madre que está delicada de salud, a quien temen dar la desafortunada noticia con miedo a que su estado empeore.

A ello se suma que quedaron sin su único medio de transporte y de trabajo, a pocos meses de la amenaza del invierno que con la lluvia y la nieve los dejó aislados el año pasado.