Al menos 46 personas, en su mayoría civiles, murieron en actos de violencia el jueves en Siria, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Entre las víctimas figuran 13 miembros de una misma familia, muertos en la ciudad de Kafar al-Ton, provincia de Hama (centro), tomada por asalto por las fuerzas del régimen. Además, en dicha localidad cayó otro civil, tres niños y 16 soldados y miembros de los servicios de seguridad en el país, según la misma institución.

En la misma provincia, cuatro personas murieron, entre ellos una niña de cuatro años en Sawine y un niño de 12 años en Morik.

Ocho soldados perecieron en los mismos enfrentamientos con desertores en otras ciudades, según la misma fuente.

En otros lugares del país, nueve civiles, entre ellos un niño de cinco años murieron en la ciudad de Deraa, cuna de las protestas contra el régimen de Bashar al-Asad, tomada de asalto esta mañana y donde enfrentamientos con militares disidentes causaron la muerte de miembros de las fuerzas regulares.

En Alepo (norte), segunda ciudad del país todavía poco movilizada contra el régimen de Bashar al-Asad, las fuerzas de seguridad golpearon y detuvieron a varios estudiantes de la Universidad de Alepo, según la ONG con sede en Gran Bretaá.

Los militares lanzaron gases lacrimógenos para dispersar cerca de 2.000 estudiantes que manifestaban en el campus y detuvieron a 12 estudiantes, precisó OSDH.

“Varios estudiantes de ambos sexos que reclamaban la caída del régimen fueron golpeados con porras eléctricas y fueron insultadas”, afirmó a la AFP Farès al-Halabi, militante en el lugar, de la Unión de Estudiantes Libres de Alepo.

En la provincia de Idleb (noroeste), un civil murió en Jisr el-Chughur y un joven de 35 años murió en Maaret al-Nooman en un asalto de las fuerzas del régimen.