Al menos doce personas murieron y unas treinta quedaron heridas el jueves al estallar una bomba en una parada de autobús en Peshawar, en el noroeste de Pakistán no lejos del bastión de los talibanes aliados de Al Qaida, se supo en fuente médica.

El ataque no fue reivindicado pero en 2007, los talibanes paquistaníes tal como Usama Ben Laden personalmente, decretaron la guerra santa a Islamabad por su alianza con Estados Unidos. Desde entonces son los principales responsables de un ola de atentados que ha dejado casi 5.000 muertos en cuatro años y medio.

“Fue un atentado con coche bomba, 12 personas murieron y 32 quedaron heridas, tratamos de saber si se trata o no de un atentado suicida”, declaró a la AFP Kalam Khan, un oficial de la policía de Peshawar.

“Nos trajeron los cadáveres de diez personas y 30 heridos”, había declarado antes a la AFP por teléfono el doctor Rahim Jan, del hospital principal de esta gran ciudad del noroeste.

El atentado fue perpetrado en la ruta que va a la ciudad-guarnición de Kohat.

La cadena de televisión Dunya TV mostró casi inmediatamente este jueves imágenes de los restos humeantes de un automóvil y otros vehículos dañados, en medio de una cadena incesante de ambulancias.

Recientemente, el ejército ha intensificado los combates contra los talibanes y otros insurgentes islamista en sus bastiones de las zonas tribales fronterizas con Afganistán, en las puertas de Peshawar.

Hace seis días, al menos 31 personas murieron en Parachinar, un poco más al norte, en un atentado suicida contra la minoría chiíta, objetivo privilegiado de los talibanes sunitas y de otros grupos insurgentes que se han unido a ellos.

Las zonas tribales del noroeste son el bastión del Movimiento de los talibanes de Pakistán (TTP), el principal santuario en el mundo de los dirigentes y combatientes de Al Qaida y la base de retaguardia de los talibanes afganos.