Dos mujeres de avanzada de edad se han visto obligadas a vivir en improvisadas casas hechas de nylon, en el sector de Puertas Negras de Valparaíso, por incumplimiento de la constructora contratada por el Serviu de la ciudad porteña.

La situación afecta a 22 familias de escasos recursos, pertenecientes a un comité llamado “Nueva Esperanza”, las que desde hace 6 años intentan cambiar sus condiciones de vivienda por padecer de termitas.

Con el terremoto de 2010, las estancias se perdieron y estas familias pasaron a ser damnificadas. Posteriormente, en septiembre pasado, recibieron los subsidios.

Dos de las casas fueron demolidas para utilizarse como pilotos, tras recibir en 2011 un certificado que les garantizaba su nuevo hogar, pero aún hoy siguen viviendo en condiciones infrahumanas.

Así lo explicó Nolfa Manriquez, de 87 años de edad, a quien una amiga acogió en su casa y espera tener la suya cuanto antes para poder traer a su marido, quien se vio obligado a tener que acudir a un asilo.

María Brito, de 67 años de edad, vive sola e intenta sobrevivir en una casa de nylon, donde tiene todas las pertenencias de su antiguo hogar.

La afectada manifestó su cansancio y desilusión con el Serviu, quines han ido varias veces ha fotografiar la zona sin resultados.

A casi dos años del terremoto estas familias siguen viviendo sin agua, baño, ni luz.