La delegación chilena que participó hace unos días en Viena de la sesión del Comité de las Naciones Unidas sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre, Copuos, dio a conocer la preocupación de Chile por el tema de los desechos espaciales.

Ello luego que a mediados de enero cayeran a 1.250 kilómetros de la isla chilena de Wellington los restos de la sonda espacial rusa Phobos-Grunt, después que ésta fracasara en su intento de llegar al planeta Marte.

Uno de los integrantes de la delegación chilena es el director ejecutivo del Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren), Eugenio González Aguiló, quien dijo que “hicimos una presentación ante la Asamblea de que hay que cambiar la política y las precauciones que se tomen referente a los desechos espaciales, que curiosamente y mayoritariamente caen en el Pacífico sur”.

El director ejecutivo de Ciren agregó que “este reclamo y esta exigencia, de pedir mayor responsabilidad, fue muy bien acogida por varios países de la Asamblea, e incluso quedó en el acta de la sesión”.

Además, el representante chileno comentó que “luego de nuestro reclamo, el representante de Arabia Saudita pidió la palabra para respaldar lo solicitado por nuestro país, ya que cuando los desechos espaciales no caen por estos lados, caen en los desiertos”.