La reconstrucción de los establecimientos educacionales en la región del Bío-Bío todavía no finaliza. Mientras algunos ya dejaron en el pasado las secuelas del terremoto, otros todavía están en proceso de licitación de las obras.

Fueron más de mil establecimientos, municipales y particulares subvencionados, los que resultaron con daños de diferentes proporciones. Hasta la fecha, la reconstrucción alcanza un 85% de avance, según las autoridades.

El seremi de Educación, Benjamím Maureira, dio cuenta de los avances y de obras terminadas. La situación no es alentadora para el liceo San Felipe de Arauco y para el tradicional A-21 de Talcahuano, ambos con serios daños estructurales pero todavía en proceso de licitación.

Para iniciar los trabajos en el liceo San Felipe de Arauco, falta la aprobación de Contraloría. Recién luego de esto, se podrá iniciar la licitación, explicó el alcalde de la comuna, Mauricio Alarcón. El edil espera que en mayo comiencen las obras para recuperar el establecimiento de cerca de 700 alumnos, que hoy están en pabellones adaptados para estudiar.

En Talcahuano el Liceo A-21, tiene fondos asignados para su reconstrucción por cerca de 2 mil 500 millones de pesos. A casi dos años, en el emblemático centro educacional todavía falta una segunda etapa por comenzar, mencionó el alcalde del puerto, Gastón Saavedra.

En Concepción, el Liceo de Niñas y el Colegio Brasil bordean el 70% de recuperación, este último recibirá en abril a la totalidad del alumnado en su edificación de origen.

Por otro lado, en la escuela de Dichato, que por ahora es el único lugar que reúne a los estudiantes de esa localidad, superó el 90%. La construcción de un nuevo establecimiento en el sector alto del golpeado balneario ya está en proceso. La idea es que el próximo año cuando termine el plazo de ejecución, los estudiantes sean distribuidos en ambas escuelas.

El objetivo, dicen en la seremi de Educación, es tener el 100% de escuelas y liceos aptos para operar recién en marzo de 2013, por lo que pese a los avances, miles de alumnos y docentes deberán esperar para volver a sus establecimientos de origen y continuar, entonces, con la recuperación de su educación.