La riña entre internos suscitada durante la madrugada de este domingo en un centro penal de Monterrey (norte de México) tuvo un saldo final de 44 muertos, confirmó a la AFP el vocero estatal de Seguridad, Jorge Domene.

“Tenemos 44 víctimas mortales, no se usaron armas de fuego, murieron por heridas de armas contundentes y punzocortantes”, dijo Domene a la AFP, al elevar el saldo de víctimas fatales de un enfrentamiento entre reos.

Este incidente se registra pocos días después de que un incendio en la cárcel de Comayagua, en el centro de Honduras, dejara un saldo de 359 muertos, demostrando la vulnerabilidad de los centros carcelarios de América Latina, donde el hacinamiento en los penales es moneda corriente.

Domene atribuyó el choque entre prisioneros a la lucha que mantienen los carteles del Golfo y de los Zetas por el control del penal, ubicado a unos 30 km del centro de Monterrey, en el estado de Nuevo León. Se estima que son los Zetas los que dominan en ese centro de detención.

El funcionario detalló que todos los fallecidos estaban recluídos en el ambulatorio (sección) D de la cárcel y fueron atacados en la madrugada por internos del pabellón C, con barrotes, trozos de madera y cuchillas.

No hay reportes de heridos hasta el momento.

El saldo final se acerca al total de muertes violentas reportadas en los tres penales de Monterrey en todo el año pasado, que según datos oficiales fue de 50 entre riñas, ejecuciones y presuntos suicidios.

Los incidentes en el penal de Apodaca podrían determinar que éste sea el más violento en número de fallecidos en las cárceles del país, pues uno de los más recientes casos y con uno de los saldos más elevados se registró el 4 de enero, con 31 muertes en un penal de Tamaulipas, en el norte de México.

La mayoría de estos enfrentamientos se dan por choques entre carteles, al igual que sucedió en Apodaca, que alberga a casi 3.000 reclusos, aunque su capacidad es para unos 1.500 detenidos.

En el norte del país mantienen una fuerte presencia los carteles del Golfo y Los Zetas, enfrentados entre sí, escenificando violentos choques que se replican en las cárceles de la región, donde están detenidos muchos de sus miembros.