Siria rechazó “categóricamente” las acusaciones de la ONU contra el régimen de Bashar al Asad por crímenes contra la humanidad, informó este martes la agencia estatal de noticias SANA.

“Siria rechaza categóricamente el comunicado de la Alta Comisionada de la ONU que contiene nuevas afirmaciones relativas a Siria”, indicó el ministerio sirio en una carta a la ONU.

“La Alta Comisionada de la ONU está manipulada por ciertos países que quieren perjudicar a Siria y que ignoran los crímenes terroristas cometidos por los grupos armados”, agrega la carta.

El lunes, la Alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay estimó que las fuerzas sirias habían cometido crímenes contra la humanidad en su represión de la revuelta popular.

“La naturaleza y la escala de los abusos cometidos por las fuerzas sirias indican que probablemente se cometieron crímenes contra la humanidad desde marzo de 2011″, declaró Navi Pillay ante la Asamblea General de la ONU que discutía sobre la situación en Siria.

“Informaciones independientes, creíbles y corroboradas indican que esos abusos forman parte de una campaña amplia y sistemática de agresión contra los civiles”, agregó, y estimó que eran perpetrados con “el aval o la complicidad de las autoridades al más alto nivel”.

Navi Pillay se declaró “particularmente consternada” por la violencia en Homs, y estimó que más de 300 personas habían muerto en esta ciudad del centro del país durante los bombardeos indiscriminados de zonas residenciales.

El régimen sirio lanzó un asalto contra la ciudad rebelde de Homs que -según los militantes- bombardeó durante varios días dejando cientos de muertos y una situación humanitaria crítica.

Desde el comienzo, en marzo de 2011, de la revuelta popular en Siria, el régimen del presidente Bashar Al Asad acusa a “bandas armadas” de sembrar el caos y de haber provocado la muerte de civiles.

La represión ha provocado la muerte de más 6.000 personas desde marzo, según los militantes.